El tiempo en: Torremolinos
Publicidad Ai

Mundo

El Tenerife se impone en el derbi canario

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Las Palmas    0   
Tenerife           1   

—ud las palmas—Santamaría; David García (David González, min. 66), Samuel, López Ramos, Dani López, Pablo, Miguel García, Gustavo (Jorge, min. 55), Sergio (Saúl, min. 46), Gerardo y Marcos Márquez.

—cd tenerife—Aragoneses; Beltrán, Manolo Martínez, Luna, Héctor, Juanlu, Ricardo, Richi (Sicilia, min. 85), Ayoze (Kome, min. 68), Alfaro (Óscar Pérez, min. 74) y Nino.

Árbitro:
Pino Zamorano (Colegio Castellano Manchego). Mostró tarjeta amarilla al jugador local Gerardo; así como a sus adversarios Richi, Beltrán y Ricardo.

Gol:
0-1    Alfaro (m.31)

Incidencias:
Un total de 26.131 personas en el Estadio de Gran Canaria.

El Club Deportivo Tenerife se alzó con el triunfo frente a su tradicional y vecino rival Unión Deportiva Las Palmas, en un derbi que respondió a las expectativas creadas y en el que el equipo foráneo ratificó su potencial.
El equilibrio de fuerzas inicial se rompió pronto con un remate de cabeza de Pablo tras servicio medido de Dani López.

A ese aviso respondió el conjunto tinerfeño con dos acciones consecutivas en el área de enfrente. En la primera, una mala salida del portero Santamaría provocó una situación de peligro; y al cuarto de hora, una gran jugada de Juanlu, con internada por la derecha, no la culminó Richi en boca de gol.

De forma paulatina, se fue asentando mejor un Tenerife bien guiado por Ricardo, si bien un error de Pino Zamorano, en el meridiano del primer acto –estimó como fuera de juego una posición reglamentaria de Gerardo– privó a los anfitriones de la validez del gol.

En plena crecida visitante, llegó el tanto de Alfaro, originado en un saque largo de Aragoneses, que no acertó a despejar López Ramos. Al delantero onubense le cayó la pelota en la frontal y, después de un control orientado, anotó de disparo raso y ajustado.

Rebasado el descanso, el técnico Juan Manuel Rodríguez buscó revulsivos en vano. La entrada de Saúl y Jorge, a los que se unió posteriormente David González, permitió tener más posesión de balón, aunque sin la profundidad necesaria para marcar.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN