Víctor Gutiérrez es jugador de waterpolo olímpico y primer deportista gay de una selección que hace pública su homosexualidad en España. La noche del jueves regresa a su segunda casa, Torremolinos, para ofrecer el pregón de la quinta edición del Pride de la localidad malagueña. Además, ha participado en la exposición fotográfica del Pasaje Begoña, la isla de libertad que, al igual que como sucedió en el bar Stonewall de Nueva York, dio paso a las reivindicaciones por los derechos del colectivo LGTBI.
Confiesa que no ha sufrido homofobia y que decidió salir del armario públicamente por su “experiencia positiva”. Sin embargo, afirma que “no nos podemos relajar ni un segundo” a la hora de defender los derechos y libertades del colectivo LGTBI. El madrileño Víctor Gutiérrez Santiago, de 28 años, salió del armario en una entrevista de la revista Shangay (publicación de referencia en el colectivo LGTBI) por la confianza que sintió gracias al “respeto y apoyo de sus compañeros y rivales”. Esta noche, la plaza de La Nogalera, será testigo de la voz de valentía de este deportista madrileño.
A pesar de tu juventud, tienes un palmarés envidiable. Sin embargo, lo que ha llevado tu nombre a los medios es tu decisión de salir del armario. ¿Crees que algún día esto dejará de ser noticiable?
–Espero que sí. Desde luego una de mis intenciones cuando decidí salir públicamente del armario era precisamente esa, mostrar que se puede ser deportista de élite y homosexual, y esperar que dentro de poco, hablar de algo así no fuese noticia. Cuando el deporte sea un espacio seguro para todos, se trate con la misma normalidad y naturalidad la diversidad sexual, no exista miedo a mostrarse tal y como uno es, y desaparezca el tabú, entonces y sólo entonces no tendremos que hablar de esto.
¿Cómo y por qué decides tomar esta decisión? ¿Ha habido acoso o, por el contrario, has sentido el apoyo de tus compañeros?
–Mi decisión fue motivada por mi experiencia positiva. No es habitual que esto se produzca en un ámbito como el deporte, donde los referentes positivos homosexuales en la élite brillan por su ausencia. Yo no he sufrido homofobia, y desde hace varios años no he escondido que soy homosexual. El sentir el respeto y apoyo tanto de mis compañeros de equipo y selección como de mis rivales, me dio la confianza necesaria para dar un paso al frente y querer hacerlo público. Tan importante es denunciar las situaciones de abuso, acoso y homofobia, como hablar de lo bueno y constructivo. Tenemos que perder el miedo, decidirnos a ser visibles, porque lo que no se ve, es como si no existiera. No merece la pena vivir escondido detrás de una careta. Creo que este mensaje es muy importante, sobre todo para las generaciones venideras. En el deporte cabemos todos.
¿Por qué la homosexualidad es un tema tan tabú en los deportes?
–El deportista homosexual siente miedo a hacerse visible y que el vestuario, tus compañeros, que son como una familia, te rechace, te dé de lado o te margine. Si a eso le sumas el miedo a perder patrocinadores o a tener que escuchar a todo un estadio abarrotado, como pasaría por ejemplo en el fútbol, llamándote “maricón”, no es fácil. Hay que estar muy preparado para aguantar este tipo de cosas. Además existe el equivocado concepto de que el deporte es el espacio del “macho”, y que todo lo que se salga de ahí, no está capacitado para rendir de manera óptima. Ser homosexual no influye en tu rendimiento deportivo en absoluto, y como he dicho antes, se puede estar al máximo nivel deportivo y ser gay. En ese sentido me siento un poco ejemplo, por eso me parecía importante compartir mi experiencia.
El problema que he mencionado en la pregunta anterior lleva a que muchas personas en tu misma situación decidan seguir ocultando su homosexualidad por miedo al rechazo. ¿Qué les aconsejarías?
–Que ese miedo siempre va a estar ahí, por eso hay que echarle valor, y pensar que nuestra vida va a cambiar para mejor. Que se van a quitar ese lastre que tanto pesa que les impide ser verdaderamente quienes son. Por supuesto es una decisión personal que nadie puede tomar por ellos, y cada persona tiene sus circunstancias, pero deben pensar en la cantidad de personas a las que pueden ayudar porque se sientan identificadas con ellos. Salir del armario es un acto de valentía que requiere su tiempo, pero considero que es necesario. Les diría que yo también tuve miedo y dudas… pero que me arrepiento de no haberlo hecho antes.
¿Cuál fue tu primera reacción al recibir la noticia de que ibas a ser el pregonero del Pride 2019 de Torremolinos?
–No puedo estar más feliz. Recibí la noticia con muchísima alegría porque Torremolinos además de ser un espacio referente para el colectivo LGTBI, es mi segunda casa y estoy muy orgulloso de poner voz este año al Pride y a todos los que no la tienen. Además es un Orgullo muy importante, porque se cumplen 50 años de la primera manifestación reivindicativa del colectivo LGTBI, motivada por los incidentes de Stonewall. La historia nos continúa enseñando que los derechos y libertades que tanto cuestan conseguir, de la misma manera que llegan, si no se cuidan y protegen, se pierden. Por eso no podemos relajarnos ni un segundo.
¿Qué vinculo te une a Málaga y Torremolinos?
–Es una vinculación total. Mis padres se compraron una casa en Torremolinos un año antes de que yo naciera. Llevo viniendo desde que era un bebé. Siento Torremolinos como mi segunda casa, y da la casualidad de que además es un lugar histórico donde se ha respetado la libertad sexual de las personas, un lugar con la mentalidad abierta que ha acogido a todo el mundo, y donde el respeto y la tolerancia son su seña de identidad. Sus gentes, la oferta del municipio, el clima, la playa… siempre que puedo me escapo porque me encanta Málaga. Me siento como un malagueño más.
