Según su creador, el norteamericano Stewart Matthew, pese a utilizar el término ópera para definir su propuesta escénica no se trata de una ópera convencional, ya que en Green Ária la estructura narrativa no se sustenta en la voz de los cantantes sino en los aromas, hasta un total de 23, creados específicamente para esta ocasión por el perfumista Christophe Laudamiel.
La ópera, cuyas representaciones tendrán lugar del 2 al 15 de octubre en el auditorio del museo, está dividida en cuatro movimientos, con una duración total de 30 minutos, a lo largo de la cual los espectadores deberán llevarse a la nariz unos delgados tubos flexibles instalados en sus butacas por donde las distintas fragancias, algunas agradables y otras no tanto, irán brotando ante su olfato en conjunción con la música.
Matthew ha reconocido que “en un mundo tan visual como el nuestro es muy difícil proponer al espectador una obra como esta, en la que no hay ninguna acción que ver”.