El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha criticado la "demagogia medioambientalista" de la izquierda en España porque, a su juicio, "va contra el medioambiente, contra la libertad de los españoles y contra la economía productiva del entorno rural".
Así lo ha manifestado este domingo el líder del PP en declaraciones a los medios, durante la concentración convocada por Alianza Rural en Madrid para pedir respeto hacia el mundo rural y sus tradiciones.
Casado se ha referido a "la defensa del medio rural", que engloba el mundo de la caza, la tauromaquia, la pesca, la cetrería y los espectáculos con animales. "Desde el PP estamos a la vanguardia en protección de espacios naturales", ha apuntado.
El 'popular' ha destacado cuatro puntos que resumen la posición del PP con respecto al mundo rural y actividades relacionadas.
En primer lugar, ha aludido a motivos económicos, pues "la caza mueve en torno a unos 6.000 millones de euros al año y emplea a más de 170.000 personas y supone el sustento del mundo rural", así como la pesca fluvial y la tauromaquia, esta última, que "alcanza unos 3.000 millones de euros anuales y más de 180.000 empleos directos e indirectos".
En segundo lugar, hace referencia a la "libertad": "El PP quiere que cada uno haga lo que considere oportuno en el marco legal y además no admitimos que un Gobierno, por puro sectarismo ideológico, diga que, como a una ministra no le gusta la caza, no le gustan los toros, va a prohibirlos". "Defenderemos siempre que los españoles hagan lo que consideren oportuno y eso es lo que hoy también queremos reivindicar", ha añadido.
Asimismo, defiende la caza como sustento del entorno rural, porque es "fundamental" para el saneamiento animal. "Si no hubiera caza, habría que hacer batidas para abatir jabalíes o venados", justifica Casado, que además ha alabado la figura del cazador, pues "nadie mejor" que ellos "para saber cómo proteger la fauna y la flora".
En cuarto lugar, hace hincapié en "la fijación de población y la igualdad de oportunidad de los españoles para vivir en el entorno rural o urbano", defendiendo que son los españoles quienes han de decidir "vivir con garantías en un pueblo pequeño".