Marqueses de la Tacita un poquito majaretas. La presentación tiene una sencillez muy bonita. En el primer pasodoble se presentaron como marqueses de lo cotidiano. Se sienten los más ricos del mundo entero porque lo que tienen no lo compra el dinero. La música es hermosa, volviendo a un estilo más clásico y prescindiendo de estridencias.
Cambio que se agradece con respecto a años anteriores. La segunda letra la dedicaron a los abuelos, aquellos que lucharon en su día por la democracia y hoy lo hacen por las pensiones. Crítica en el final para los jóvenes que le dimos la espalda. Cuplés de comparsa. Delcaración de amor a Cádiz en el popurrí.