Bajo este nombre que despertaba cierto interés, se presentan estos onubenses apóstatas, renunciando a cualquier creencia. No sonó mal la presentación, mejor que los pasodobles. Contaban en la primera letra como oían los carnavales por la radio en su niñez, y es por eso que ahora vienen desde Huelva a cantar. Un pasodoble un poco largo.
En el segundo llegaba el drama de una cuidadora inmigrante que tiene que regresar a su país. No consiguieron hacer reír en la tanda de cuplés, con escatología incluída. Poco reseñable el popurrí.