Los hombres con discapacidad tuvieron un salario un 21 por ciento inferior al de los hombres sin discapacidad, una diferencia que se atenúa en siete puntos en el caso de las mujeres que cobran un 14 por ciento menos.
En cuanto a las diferencias salariales entre mujeres y hombres con discapacidad resultaron menores --el salario fue un 15,8% inferior para las mujeres-- que en el caso de la población sin discapacidad un 22,6%, según datos que se desprenden de la Encuesta Anual de Estructura Salarial 2016 y de la Base Estatal de Personas con Discapacidad del Instituto Nacional de Estadística (INE)
La baja participación de las personas con discapacidad en el mercado laboral es otra de las característica de esta población. Así, en el año 2016 presentaron una tasa de actividad del 35,2%, más de 42 puntos inferior a la de la población sin discapacidad. La tasa de ocupación fue del 25,1%, menos de la mitad que en el caso de las personas sin discapacidad. Y la tasa de paro fue del 28,6%, superior en nueve puntos a la de la población sin discapacidad.
En este contexto, el salario bruto anual medio de los asalariados con discapacidad fue de 19.297 euros por trabajador, un 17,1% menor que para las personas sin discapacidad. Así pues, la ratio salarial entre los trabajadores con y sin discapacidad fue del 82,9%. Esta ratio ha disminuido respecto a 2015, cuando se situaba en el 84,3%.
El salario por hora para las personas con discapacidad se situó en 12,7 euros en cómputo anual, un 14,8% menos que el de las personas sin discapacidad. La distribución salarial fue similar en ambos colectivos, aunque en el caso de las personas con discapacidad un porcentaje mayor de trabajadores se concentró en torno a salarios bajos. En general, aunque las diferencias entre los niveles salariales de las personas con y sin discapacidad eran significativas en el año 2016, estas se reducían a medida que el nivel salarial se incrementaba.
POR EDADES
Atendiendo al grupo de edad, los trabajadores con discapacidad obtuvieron un salario inferior al recibido por quienes no tienen discapacidad en toda las edades, aunque la mayor diferencia se
produjo en el grupo de 30 a 44 años, con una ratio del 77,4%.
Respecto al tipo de jornada, en 2016 se observaron menos diferencias salariales entre personas con y sin discapacidad en los contratos a tiempo parcial, para los cuales la ratio salarial se situó en el 90,7%. Por tipo de contrato, la ratio resultó igual, tanto para el indefinido como para el de duración determinada (84,2% en ambos casos).
En cuanto a la ocupación de los trabajadores, en ningún grupo las personas con discapacidad superaron el salario bruto de la población sin discapacidad. Los que están en puestos altos --directores y gerentes; técnicos y profesionales científicos, técnicos intelectuales y de apoyo-- y medios --empleados, artesanos y trabajadores cualificados-- redujeron sus diferencias salariales respecto a las personas sin discapacidad en los mismos puestos, pues la ratio salarial aumentó situándose en el 93,7% y 97,1% respectivamente.
Por el contrario, en puestos de ocupación bajos las personas con discapacidad aumentaron la brecha salarial respecto a 2015, reduciendo la ratio al 79,7%.
Si se atiende a las características de la unidad de trabajo y de la empresa, el salario de las personas con discapacidad aumentó según se incrementaba el tamaño del centro. Las mayores diferencias se registraron en centros de cotización medianos, con niveles salariales para las personas con discapacidad un 30,2% inferiores a las de sin discapacidad. Y, por sectores de actividad, las diferencias entre los salarios de las personas con y sin discapacidad fueron menores en el de servicios.
TIPOS DE DISCAPACIDAD
Las mayores discrepancias salariales aparecen cuando se considera el tipo de discapacidad. Así, las ganancias más elevadas correspondieron en 2016 a personas con discapacidad sensorial, seguidas de personas con discapacidad física y otras, con salarios que superaron al salario medio de las personas con discapacidad en un 6,2% y un 5,3%, respectivamente.
En el extremo opuesto, los trabajadores con discapacidad intelectual y mental percibieron los salarios más bajos (11.764,8 y 15.899,4 euros anuales, respectivamente), con salarios inferiores en un 39,0% y un 17,7%, respectivamente, a la media del colectivo con
discapacidad.