Por décimo año consecutivo, el sector financiero sigue eliminando empleos y clausurando sucursales en todo el país y Málaga no se ha librado de este proceso de desmantelamiento continúo de la red bancaria. Así, según datos del sindicato CCOO, sólo en la provincia malagueña se han cerrado desde el año 2008 un total de 597 oficinas bancarias, el 42,86 por ciento de su red y se han perdido 2.128 empleos, un 28,74 por ciento de la plantilla, lo que ha supuesto “un durísimo proceso de reestructuración, la disminución de la competencia por la concentración de entidades y la exclusión financiera de amplias capas de la población como consecuencia del cierre masivo de oficinas bancarias”.
Menos oficinas en Andalucía
Asimismo, durante el periodo analizado por CCOO, Andalucía perdió el 36,38 por ciento de su red comercial, lo que supone, 2.550 oficinas que las 47 entidades financieras (8 incluidas en la CECA –antiguas Cajas de Ahorro-, 27 del ámbito de la Asociación Española de Banca –AEB- y 12 Cooperativas de Crédito) mantenían en nuestra comunidad. Estos cierres suponen el 13,9 por ciento del total de cierres de oficina en el territorio nacional, aunque el peso de la red andaluza sobre el total estatal se ha incrementado ligeramente pasando del 15,35 por ciento en el 2008 al 16,33 por ciento en 2017.
El sindicato ha explicado que en diciembre de 2016, Andalucía contaba con 4.572 oficinas bancarias, mientras que a finales de 2017 estas se redujeron a 4.460, o sea, 112 oficinas menos. “Esos cierres han supuesto pérdida de empleo y falta de atención a la clientela en localidades en las que se está produciendo una progresiva exclusión financiera que provocará más desigualdad”, denuncia CCOO.
Menos empleo y peores condiciones laborales
En lo que respecta al empleo, la comunidad andaluza ha perdido 12.766 empleos desde el 2008. En este periodo pasó de contar con más de 37.000 personas empleadas a poco más de 24.500. Esto supone que en Andalucía se ha perdido el 34,19 por ciento del empleo directo que tenían las entidades financieras a comienzos de la crisis en el año 2008.
A ello se une, a pesar de los beneficios crecientes del sector, un empeoramiento de las condiciones laborales de la plantilla que se ha quedado, con prolongaciones de jornada que siguen creciendo por el incremento de las cargas de trabajo y una inaguantable presión comercial.
El conjunto del sistema financiero español ha perdido 18.342 oficinas, un 40,17 por ciento de la red que tenía en diciembre de 2008 y la salida del 30,79 por ciento de la plantilla”.
El sindicato ha dejado claro que seguirá denunciando “el fraude que supone a la Seguridad Social, a la Hacienda Pública y a la sociedad en general los millones de horas extra sin remunerar que se hacen en el sector financiero ante la opinión pública, las Inspecciones de Trabajo y los Tribunales Internacionales”. De hecho, CCOO ha obtenido el respaldo de la Comisión Europea que coincide en señalar que “la legislación española no garantiza los derechos de las personas trabajadoras y contradice las directivas europeas sobre tiempo de trabajo y salud a raíz de que el Tribunal Supremo Español interpretase que las empresas no estaban obligadas a llevar un registro de la jornada diaria de su plantilla”.
“Esperamos que el Tribunal de Justicia de la UE tome en consideración estas observaciones y se pronuncie a favor de la obligatoriedad de que las empresas lleven un registro diario de la jornada. Mientras tanto, el sindicato seguirá hablando con los Grupos Parlamentarios para tratar de que se modifique la ley en este sentido, primer paso para demostrar la realización efectiva de horas extra sin remunerar”, aseguran desde CCOO en un comunicado.