La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba prevé celebrar este miércoles un juicio a un hombre acusado de delitos de agresión sexual y malos tratos habituales en el ámbito familiar, tras supuestamente violar y maltratar a su pareja. La Fiscalía pide para él penas de diez años de prisión y órdenes de alejamiento durante 16 años.
Según recoge la calificación del Ministerio Público, a la que ha tenido acceso Europa Press, el procesado, de unos 42 años, ha mantenido una relación sentimental con la mujer desde el año 2004, fruto de la cual han tenido dos hijas, que tienen unos siete y cinco años de edad.
En concreto, desde el inicio de la convivencia, el acusado, "en múltiples ocasiones", con intención de "menoscabar la integridad física y corporal" de su pareja, presuntamente la ha golpeado durante discusiones, cogiéndola del cuello, por el pecho o empujándola contra la pared, a la vez que ha ejercido sobre ella "mecanismos de aislamiento familiar y social, impidiendo que se relacionara con su familia y amigos".
También, el fiscal apunta que el procesado ha controlado las relaciones sociales, dado que "no la dejaba salir sola a la calle, le controlaba las llamadas y no le gustaba que trabajara", al tiempo que "le controlaba su forma de vestir", entre otros aspectos que se relatan en la calificación.
Por otra parte, explica que en julio de 2014 la mujer se encontraba en el domicilio familiar cuando el acusado le dijo que tenían que darle "una solución a la relación", momento en el que ella le dijo que ya no lo quería y le pidió que se marchara de la vivienda "por el bien de sus hijas".
Ante las palabras de la mujer, el procesado supuestamente la amenazó de muerte y "le hincó una uña en la frente", todo ello "con intención de intimidar y amedrentar a su pareja", quien se fue llorando al dormitorio, mientras que él la siguió y "le propinó golpes", además de lanzarla contra una silla mientras le decía que se fuera para la cocina para hacerle la comida y en caso contrario le iba a "echar el aceite caliente por encima". El acusado cogió una botella de agua y se la tiró por encima, según el fiscal.
Posteriormente, el Ministerio Público indica que la lanzó sobre el sofá y presuntamente la violó en dos ocasiones, ante la oposición de la mujer, quien finalmente cedió debido a su "escasa fuerza y miedo". Acto seguido, el procesado le quitó el móvil y la mantuvo encerrada en la habitación unas horas.
Tras ello, el acusado le dijo que la quería y empezó a hacerle caricias en la cara, a la vez que le dijo que si se separaban "no la iba a dejar ver a las niñas" y que su padre tenía "un abogado muy bueno". Ella le dijo que lo iban a intentar de nuevo, "por temor y por no separarse de las niñas".
"VIOLENCIA DE GÉNERO MANTENIDA EN EL TIEMPO"
No consta que ella sufriera como consecuencia de los hechos lesión alguna. Según el informe de la Unidad de Valoración Integral de Violencia de Género (Uvivg), "el relato de la mujer tiene numerosos indicadores de realidad y, a pesar de mostrar únicamente cambios conductuales como signos específicos, se puede asegurar que se ha producido una situación de violencia de género mantenida en el tiempo y con el ánimo de controlar y de imponer su poder por parte del procesado".
Mientras, el acusado presenta en el momento del estudio "un leve malestar personal, totalmente inespecífico y que puede ser motivado por múltiples circunstancias, entre ellas, la situación actual en la que se encuentra", a la vez que tiene "factores de riesgos de presentar conductas violentas puntuales como algunas de las denunciadas".
