La Hermandad de la Expiración va a ofrecer la posibilidad de contribuir a sufragar las obras de rehabilitación de la ermita de San Telmo adquiriendo pequeños fragmentos de azulejos centenarios procedentes de la zona del camarín del templo.
Las obras ejecutadas en esta zona de la ermita apenas han permitido la conservación del 35 por ciento de la solería original. En principio, las piezas restantes iban a ser depositadas en una escombrera. Sin embargo, la cofradía ha optado por entregarlas a hermanos y devotos de las imágenes a modo de recuerdo y a cambio de un donativo de 10 euros.
“Nos hemos encontrado con tres tipos de suelo, el más antiguo con unos 200 años de antigüedad, otro de principios del siglo XX y un último parche que se hizo hará treinta o cuarenta años. Se ha recuperado el máximo que se podía recuperar de esa solería original, pero hemos visto la posibilidad de que los hermanos pudieran acceder a estas piezas como recuerdo a cambio de un donativo que nos sirva para pagar las obras”, explica José Manuel García, hermano mayor de la corporación.
La rehabilitación de San Telmo se encuentra a expensas del derribo del antiguo coro y la secretaría. A partir de ahí sólo restará “el adecentamiento interno de la capilla, el pintado de las paredes, darle brillo al suelo y empezar a amueblar, a colocar retablos y luces”. Hay trabajo para “tres meses y medio”, pero se está a expensas de recibir un par de subvenciones.
Si esas obras comenzaran “en la primera quincena de diciembre” cabría la posibilidad de que la cofradía saliera el Viernes Santo de San Francisco y se recogiera en San Telmo. De no ser así, el Cristo de la Expiración y la Virgen del Valle saldrían y se recogerían en el templo de la plaza Esteve, organizando el regreso a su sede canónica para el próximo mes de junio.
