El alcalde de Cádiz, José María González, junto a todo su equipo tiene de plazo un año y nueve meses para poner toda la carne en el asador. Demostrarle al que lo votó en su día, en mayo de 2015, que sus palabras no se las iba a llevar el viento, y al que no le dio su respaldo en las urnas, convencerle, con mayor o menor tino, de que el cambio en la ciudad ha sido a mejor que durante la gestión del anterior equipo de Gobierno. Empieza lo que podría denominarse la cuenta atrás.
Cuando se celebraban los dos años al frente del Ayuntamiento gaditano, González afirmaba que se habían conseguido numerosos “avances”, pero “insuficientes”. Su objetivo era alcanzar una ciudad “más justa, sostenible y eficiente”. Como solvencia del tiempo transcurrido destacaba entonces el Bono Social del Agua, la municipalización y los fondos de la Estrategia de Desarrollo Urbanos Sostenible Integrado (Edusi).
Calificó esos dos años como aprendizaje, donde habían puesto los cimientos para su proyecto de ciudad a medio y largo plazo. Pero lo cierto es que cuenta con un año y nueve meses para demostrar que ese modelo de ciudad es el que necesitaba tanto Cádiz como el gaditano.
Planteamiento de ciudad
Mientras que ponía como manifiesto logros como el Bono Social del Agua, las cláusulas sociales o las actuaciones para las personas sin hogar, remarcaba proyectos de futuro como el hecho de que este año se inicie “el proyecto del Centro de Baja Exigencia con un equipo de calle para continuar avanzando”. Dentro de su lista de objetivos también señalaba cuestiones como el “plan estratégico de Asuntos Sociales, el plan integral contra la Violencia de Género, la peatonalización del casco histórico o el refuerzo en los jardines”.
Asimismo, el alcalde también tiene en su agenda de asuntos pendientes el Plan de fomento de la economía social, el plan estratégico de empleo, el nuevo Reglamento Orgánico Municipal o el programa de Contratación Pública Sostenible, entre otras actuaciones pendientes para el próximo curso político en la ciudad.
José María González tiene muy presente ese desbloqueo de las relaciones institucionales entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía que permitirán reactivar cuestiones de ciudad como el carril bici, el Museo del Carnaval, la Ciudad de la Justicia o el Olivillo, entre otras acciones. En este curso político deberán empezar a materializarse los compromisos del Consistorio con la Junta de Andalucía. La última acción en común fue el proyecto del muelle-ciudad, con el viceconsejero Manuel Jiménez Barrios.
La cuenta atrás comienza para todos los partidos, ya que este tercer año de legislatura es fundamental para afianzar el apoyo ciudadano y demostrar las carencias o virtudes de los políticos de la capital gaditana. El pacto entre Ganar Cádiz y Podemos deberá afianzarse para no dar motivos de crítica a los grupos de la oposición.