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Málaga

¿Vecinos o turistas invasores?

La Asociación de vecinos del Centro Antiguo plantea cuestiones para mejorar la convivencia entre visitantes y residentes

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  • Turistas pro el centro de málaga -
  • La Asociación de vecinos del Centro Antiguo plantea cuestiones para mejorar la convivencia entre visitantes y residentes
  • Denuncian que desequilibrio grande entre el número de residentes habituales y los pasajeros algo que genera grandes problemas de ruido, entre otros

“Calle Carretería necesita vecinos, no masificación turística”. Así reza uno de los muchos carteles que con la masificación de turistas, y a la vez despoblación, han empezado a aparecer en el centro histórico de Málaga. Y es que de un tiempo a esta parte la proliferación de viviendas turísticas y el creciente equipamiento del Centro  de cara al turismo en detrimento de la habitabilidad para los residentes, han puesto encima de la mesa un debate político, hostelero y ciudadano sobre las fórmulas posibles para regular esta cuestión. ¿Sería viable la implantación de un tasa?¿Se está convirtiendo la sobredimensión del turismo en un problema para Málaga a pesar de ser su mayor fuente de ingreso? Estas cuestiones las reflexionan a diario en la Asociación de Vecinos del Centro Antiguo, de los cuales “lamentablemente” cada vez quedan menos “porque se han tenido que ir muchísimos” tal y como explica la portavoz de esta institución, Mercedes Espinel. “Ahora mismo tenemos un desequilibrio ente el número de residentes en unos edificios y los apartamentos y viviendas turísticas que se están generando”, explica Espinel.
A esto se le suma un miedo que crece cuando aparece un andamio de rehabilitación en algún inmueble: “Vemos en los datos de la obra que se hace con subvención del Ayuntamiento, pero, ¿ese edificio se va a convertir en una zona residencial que pueda atraer a más vecinos o eso es imposible y se va a convertir en una vivienda turística? Porque si se mantiene el desequilibrio, perdemos la ciudad y es una pena”. Es tal la proliferación de residentes turísticos  que los habitantes establecidos se empiezan a sentir “extraños” en su propio barrio y para ellos, ese es “el principal problema porque un extraño va de paso y un vecino, no”.

Sobre la conveniencia o no de aplicar una tasa, Mercedes no aprecia que se la solución deseada, lo que tiene claro es que “es fundamental” que tantos las viviendas como los apartamentos tienen que cumplir una serie de requisitos, como la presencia de conserjes y un control de la personas que eventualmente pasan a formar parte de una comunidad de vecinos. “Un tasa al fin y al cabo es algo económico, pero de qué nos sirve imponerla si se diluye en las arcas municipales. Lo que sí tiene que pasar es que la Policía tiene que saber quién entra en cada casa. Se tiene que pagar por las basuras que se producen, por el exceso que generan… y que eso se reinvierta en el vecino”, apunta.  Desde la perspectiva de los vecinos hay más cuestiones que hacen que la vida en el Centro sea cada vez más complicada. Un de ellas es el ruido, que también entronca con la masificación debido al aumento de terrazas, bares y salas “para poder atender a toda esta masa que viene, pero esto implica que el vecino no puede pasear, que los niños no tiene un espacio donde jugar y que los mayores se sienten acobardados porque no conocen a la gente”. Dicen que el primer paso que hay que dar es “hacer cumplir las ordenanzas de ruido y de ocupación y, a partir de ahí, si son necesarias cambiarlas que se cambien, pero primero que se cumplan porque es una cuestión de salud y de derechos humanos”. “Hasta el Defensor del Pueblo ha reconocido que es insostenible la situación  en determinadas horas del día. Por la tarde y desde las 10 de la noche esto es insoportable” apunta Espinel.  

Mercedes Espinel quiere dejar claro que no van contra el turismo, “al revés”. “El turista va donde se siente cómodo y se ha demostrado que se han equivocado aquellas ciudades en las que todo está permitido porque el turista lo que quiere es orden y seguridad y eso se conseguiría con una regulación”, culmina.

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