Desde que el 23 de junio de 2016 la mayoría de los británicos votaron a favor de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, se ha abierto un periodo de incertidumbre que afecta de manera muy especial a Gibraltar y al Campo de Gibraltar. Más de 12.000 trabajadores transfronterizos, 7.300 de ellos españoles, cruzan a diario la frontera para ir a trabajar en la que en cuarto territorio con mayor renta per cápita del mundo. Allí, el número de empresas es superior al de sus 30.000 habitantes, y otros tantos cruzan a diario la Aduana. Los yanitos, además, consumen en España 695 millones de euros al año, gran parte de ellos en La Línea; y las empresas españolas importan en España 445 millones de euros al año.
La búsqueda de un trato diferencial para Gibraltar en las negociaciones del Brexit es una prioridad para el gobierno de Picardo. No en vano los gibraltareños mostraron masivamente (más del 96%) su deseo de permanecer en la UE. Sin embargo, los primeros pasos en esa negociación no pintan un panorama muy positivo, y la amenaza de un Brexit duro planea sobre las cabezas de los gibraltareños y sus vecinos al otro lado de la frontera. Entre los principales temores, está el que se repita el éxodo masivo de linenses ocurrido en 1969, cuando el dictador Franco cerró la Verja y un 40% de los habitantes de la ciudad emigraron.
El programa A Compás, de Ondaluz TV, presentado por Ana Huguet, analizó ayer el proceso de negociación, que concluirá en octubre de 2018, cinco meses antes de la salida efectiva de Reino Unido de la UE. El espacio, grabado en el privilegiado escenario del Palacio de los Gobernadores de San Roque, se dividió en dos bloques, uno primero con una entrevista conjunta a los alcaldes de La Línea, Juan Franco; y San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, como representantes de los dos municipios, a priori, más afectados; y un segundo bloque en el que cuatro expertos (el periodista de Radio Algeciras Rubén García, el coordinador de relaciones internacionales del sindicato Unite, Michael Netto, el portavoz de la Asociación de Trabajadores Españoles en Gibraltar -Ascteg-, Juan José Uceda, y el presidente del Grupo Transfronterizo y secretario comarcal de CCOO, Manuel Triano) analizaron el Brexit y sus posibles consecuencias y soluciones.
Alcaldes
Los alcaldes de La Línea, Juan Franco; y San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, abrieron el programa especial, moderados por la presentadora Ana Huguet. Durante su intervención, Franco recordó que los efectos del Brexit ya se están haciendo notar en el colectivo de trabajadores españoles en el Peñón con la pérdida de entre un 15% y 20% de poder adquisitivo por la devaluación de la libra. También resaltó que ya se está viendo una reducción del consumo de gibraltareños en La Línea.
Franco espera que reine la sensatez en las negociaciones y que se tenga en cuenta la situación de las personas que van a trabajar a diario al otro lado de la verja. El deseo de algunos españoles de un nuevo cierre de la frontera o salidas de tono como las del exlíder conservador británico Michael Howard, diciendo que la primera ministra, Theresa May “iría a la guerra” por Gibraltar no ayudan, a su juicio. “Si finalmente se produce un Brexit duro, con restricciones para personas y mercancías en la frontera, el paro se nos podría disparar”, advirtió.
El primer edil linense también reseñó que empresas de juego online ya han manifestado su intención de marcharse a otros países dentro de la UE, y que ya hay pérdidas para empresas españolas que facturan en Gibraltar. “Me gustaría que el paso de la Verja siga siendo lo más fluido posible, y que se establezcan unas reglas del juego que permitan el paso como hasta ahora se está produciendo”, dijo. También aboga por que las administraciones tengan “una especial sensibilidad por este territorio, y dentro de él, por La Línea”, al ser “el municipio que está puerta por puerta con Gibraltar, el que más paro tiene y el más endeudado”.
Por su parte, Boix se centró en la petición al Gobierno Central de incentivos para el Campo de Gibraltar ante los perjuicios que ya está causando el Brexit en la zona. Recuerda que actualmente el impuesto de sociedades se sitúa en Gibraltar en un 10%, mientras que en España está entre un 25% y un 30%. Recordó casos como el de Delphi, en Cádiz; o el de Santana Motor, en Linares, que ante la pérdida masiva de empleos generaron incentivos para paliar esos efectos.
El alcalde de San Roque criticó que la política del Gobierno de Rajoy haya sido “intentar resolver ahora lo que no se ha conseguido en 300 años”, en referencia a la soberanía. También afeó al Ejecutivo Central que invirtiese más de siete millones en mejorar la frontera y sin embargo mantenga en situación precaria el Puesto de Inspección Fronteriza, manteniendo los problemas para el paso de mercancías al otro lado de la Verja.
Para el primer edil, es mucho más importante apostar por revitalizar la economía de la zona y garantizar la fluidez en la frontera, ya que de Gibraltar dependen más puestos de trabajo que de ninguna otra empresa de la comarca.
Ambos coincidieron en señalar sus buenas relaciones con el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo. “No hemos profundizado aún lo que debiéramos, pero trabajamos por encontrar beneficios a ambos lados porque sé que si trabajamos conjuntamente los siete municipios y Gibraltar podremos compartir beneficios”, afirmó Boix. Franco, por su parte, resaltó que “hemos tenido cuatro o cinco encuentros para profundizar en las relaciones económicas, deportivas, etc.”. Admitió su interés por inversiones en obra pública, un sector que emplea a mucha gente de La Línea en Gibraltar.
Tertulianos
En la posterior tertulia, se introdujeron puntos de interés como el modo en que afectan las trabas a la economía gibraltareña a la población circundante. “Cuando Gibraltar estornuda, La Línea se resfría. Ya no son solo los más de 7.000 trabajadores españoles en el Peñón, sino también lo que supone para las ciudades del Campo de Gibraltar lo que gastan los gibraltareños en esta zona”, reflexionaba Rubén García. Manuel Triano añadía que “si socavamos la línea de flotación de la economía gibraltareña, quien lo va a pagar son los trabajadores españoles”.
Ante la posibilidad de que el Brexit pueda ser flexible o duro, Michael Netto, de Unite, se mostró contundente en su opinión de que da por hecho que se impondrá el llamado Brexit duro. “Hay una decepción por que el gobierno británico no utilice la cláusula del artículo 24 y se deja un poco al descubierto los intereses del pueblo gibraltareño”, mencionó.
Todos coincidieron en la necesidad de aparcar la soberanía y de que primen los intereses de los ciudadanos. A este respecto, Triano, comentaba que “cuando se sacrifica en una política de soberanía se pone como rehenes a 300.000 habitantes de esta comarca”. García, por su parte, recordó que los gibraltareños “no quieren ni oir hablar de soberanía y cosoberanía”. Netto iba más allá al acusar a España de aprovecharse de la situación para reclamar la cosoberanía.
La necesidad de más inversión de las administraciones españolas en la comarca para una mayor competitividad fue también un punto importante del debate. “Yo tengo mucha confianza en que la capacidad de Gibraltar para diversificar su economía si Reino Unido le apoya, pero el Campo de Gibraltar no tiene ese mismo apoyo de España”, indicó Netto. Uceda comentaba que, mientras Gibraltar es “la cuarta economía del mundo, La Línea es la ciudad más pobre de Europa, con una carta económica y una deuda histórica que no se han cobrado”. Rubén García indicó, a su vez, que el Brexit debe suponer una oportunidad para Madrid de “escuchar la voz del Campo de Gibraltar” y “apostar por una zona a la que debe mucho desde hace muchos años”.
Uceda apuesta por España como el principal valedor de los intereses de los trabajadores, y denuncia que hay un desconocimiento de la realidad de la comarca y de la dependencia del Peñón.”Que se les quite de la cabeza el tema del Gibraltar español, que hace mucho daño, y traten de informarse de que detrás hay cosas muy importantes”, sentenció.