El tiempo en: Torremolinos

Sevilla

La Confitería La Campana pide una vía jurídica para sus veladores

Propone al Consistorio modificar la ordenanza de veladores para introducir medidas especiales para los negocios históricos y "emblemáticos"

Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
  • La Policía Local ante La Campana -

El gerente de la céntrica y emblemática confitería La Campana, Borja Hernández, ha celebrado una reunión con el Ayuntamiento de Sevilla, en torno a su demanda de "algún tipo de excepción cultural" para este negocio con "más de 132 años" de historia y afectado por la decisión definitiva de suprimir todos los veladores de la plaza de la que toma su nombre.

En declaraciones a Europa Press, Borja Hernández ha explicado que junto a su abogado, la semana pasada celebró una reunión con el alcalde hispalense, Juan Espadas (PSOE), y el concejal de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, después de que el pasado 17 de abril esta emblemática y centenaria confitería fuese despojada de sus veladores de la plaza de la Campana.

Aquel día, recordémoslo, entraba en vigor la decisión adoptada de modo definitivo por la Gerencia de Urbanismo, para suprimir todas las terrazas de veladores autorizadas en la plaza de la Campana, toda vez que el Ayuntamiento ha resuelto además reducir los veladores autorizados en la calle San Fernando y la avenida de la Constitución, en concreto un 80 y un 60 por ciento, respectivamente.


Para ello, el Ayuntamiento esgrime motivos de movilidad y de estética, argumentando que durante el pasado mandato del alcalde popular Juan Ignacio Zoido, el espacio autorizado en estos tres enclaves concretos para la instalación de veladores creció aproximadamente un 50 por ciento. En el caso de la plaza de la Campana, según el Gobierno local socialista, el espacio autorizado para la instalación de veladores pasó de 33 a 156 metros cuadrados.

El caso es que aquel lunes 17 de abril entraba en vigor la supresión de los veladores en la plaza de la Campana, previa anulación de las declaraciones responsables de los establecimientos respecto a sus veladores y la comunicación a los mismos de que las autorizaciones no podrían ser renovadas.

SONORO DESPLIEGUE POLICIAL

Dado que aquella mañana dos de los seis negocios hosteleros de la plaza, la confitería La Campana y una de las dos hamburgueserías, instalaron de todos modos sus veladores, fue movilizado un dispositivo de operarios, acompañado de un fuerte y criticado despliegue policial, para retirar el mobiliario de estos dos negocios concretos, extremo que se prolongó durante varias horas.

Con este escenario, el gerente de la confitería La Campana, según su propio testimonio, habría defendido ante el alcalde y el concejal Antonio Muñoz, que dado el carácter "artesanal" y "diferenciado" de la confitería, que según expone es ya "patrimonio de Sevilla", es "de sentido común" que el negocio cuente con algún tipo de "vía jurídica" que permita la restitución de su terraza de veladores. En ese sentido, ha aludido a la "figura de la excepción cultural", que según expone se aplica en diferentes ciudades de Europa, para proteger establecimientos históricos y singulares.

MODIFICAR LA ORDENANZA

A su juicio, sería posible modificar la ordenanza municipal que regula los veladores en la ciudad hispalense, para introducir medidas de "protección" en la materia para los negocios "emblemáticos y consolidados".

Así, mientras el abogado de la confitería ha interpuesto recursos de alzada contra la decisión administrativa de suprimir los veladores en este espacio de la ciudad y contra "la denegación de la renovación de la licencia" de veladores, solicitando en paralelo "la suspensión de la ejecución de los actos administrativos", según explicaba en su momento el letrado, Borja Hernández ha expuesto que los responsables municipales han prometido "estudiar" las medidas solicitadas.

Y es que según insiste, tras funcionar "30 años con veladores" y atisbar "un pequeño repunte" en el negocio tras "unos años muy malos de 2008 a 2014", como consecuencia de la crisis, la emblemática confitería "no es económicamente viable" sin sus veladores.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN