El padre del joven que denunció al sacerdote Román M.V.C. por supuestos abusos siendo menor de edad, entre 2004 y 2007, ha mantenido este miércoles, un día después de que la Fiscalía pidiera la libre absolución del religioso en la última sesión del juicio que se ha seguido contra él en la Audiencia Provincial de Granada, las acusaciones que ha hecho su hijo para quien espera una sentencia favorable a sus intereses.
En una entrevista con Canal Sur TV recogida por Europa Press, el progenitor de este joven ha indicado que el padre Román "captó" a su hijo siendo menor de edad y que llegó a pedirle al sacerdote que "le diera permiso" para que visitara a su familia "viviendo a veinte metros más arriba de la parroquia" en el periodo en que pasó más tiempo con los sacerdotes, que, según ha dicho, tenían una "ideología de secta".
"Mi hijo desgraciadamente cayó en esa red", ha añadido en la entrevista para agregar que, cuando el joven se echó novia, "al parecer al padre Román no le pareció muy bien" y "me consta que hubo agresión física".
Ha indicado que espera que la sentencia de la Audiencia de Granada sea favorable a los intereses de su hijo y ha defendido que su hijo fue un "niño al que los Romanones han maltratado" y "han violado".
Ante una situación así, estos padres quedaron "muy bloqueados" pues "nunca" sospecharon nada, ha reconocido el entrevistado, que ha añadido que "una conocida" les recomendó que su hijo no pasara tanto tiempo con el padre Román porque "le gustan mucho los jovencitos".
Con el tiempo, su hijo "tenía un lavado cerebral total" y no podían "controlar la situación", si bien, cuando se dispuso a denunciar los hechos, le dieron "todo el apoyo que se le podía dar" ante un problema que no era el de "un crío que está jugando al fútbol y le dan una patada".
El padre del joven, que acompañó a la Fiscalía a denunciar los hechos a su hijo, del que ha dicho sentir "orgullo", ha subrayado la presión "mediática", "de los curas" y "del arzobispo" a que se vio sometido el joven. En este último caso, ha criticado las palabras de monseñor Francisco Javier Martínez cuando se refirió supuestamente a que el caso estaba "en manos de la Virgen".
"La Virgen María tiene que tener mucho peso ya en las manos como para echarse más", ha señalado el padre del denunciante para quien la actuación del arzobispo de Granada "dejó mucho que desear" pues dio en su opinión "66 días a estos señores para que pudieran borrar todas las pruebas que quisieran" y "no le he dado ningún apoyo" a la supuesta víctima, "no ya económico que es lo de menos" sino tampoco "psicológico y espiritual".
También ha referido una carta de amenazas que recibió su hijo diciéndole "retira la denuncia o prepárate", ha reconocido la "contradicción" en que pudo caer su hijo durante su declaración ante el tribunal si bien "las pruebas son bastante concluyentes" a su favor frente a "las mentiras que cuentan estos señores".
En cualquier caso, ha considerado que, en su opinión, su hijo "ha ganado la batalla" después de "tener el valor de denunciar los hechos" tras ponerlos en conocimiento del Papa Francisco que lo llamó para pedirle perdón y ofrecerle su apoyo.