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Campo de Gibraltar

“La negociación del brexit no debe obviar a Gibraltar y la comarca”

El nuevo secretario comarcal de CCOO se marca como retos principales la dignificación de las condiciones laborales y el fomento de la creación de empleo

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  • Manuel Triano -
  • “Los trabajadores han dejado atrás el miedo por la crisis, ‘oficialmente’ terminada, y preguntan por los derechos perdidos”
  • “Buena parte de las ayudas públicas a la optimización productiva y ambiental de las industrias deben ir ligadas a la creación de empleo”
  • “Estamos trabajando en la creación de un comité intersindical transfronterizo con sindicatos de Gibraltar”

Primeras reuniones, el conflicto de la estiba, la rumorología sobre el futuro de la residencia de mayores de La Línea y el centro de menores de El Cobre en Algeciras... Los cambios orgánicos se han producido en el seno de la organización comarcal de CCOO, pero los conflictos laborales no entienden de agendas. Manolo Triano, con décadas de experiencia sindical a sus espaldas y recién nombrado secretario comarcal, lo sabe bien. Tanto que el día de la entrevista con Información aún no le había dado tiempo a hacer la “mudanza” a su nuevo despacho.

“El Gobierno quiere aprovechar para intentar desregularizar y precarizar la estiba y satisfacer el discurso oculto de una parte de la patronal”


¿Cómo valora el trabajo previo de su antecesora Inmaculada Ortega y qué prioridades se marca en esta nueva andadura?
—Creo que Inmaculada Ortega ha sabido darle al sindicalismo la sensibilidad que las mujeres tienen a la hora de abordar los temas. Un aire fresco importante, porque ella viene de otra cultura, de otra manera de hacer las cosas y yo creo que ha dado una solvencia importante. Con Inmaculada ha sido muy fácil trabajar porque es una mujer que le gusta trabajar en equipo, que lo hace bien. No aspiro a sustituirla, aspiro a continuar la línea que ella ha abierto: un sindicalismo muy pegado a la realidad, solvente, que es el que estamos practicando en Comisiones desde hace años y al que yo aspiro a poder desarrollar. En cuanto a los retos que tenemos sobre la mesa, hay muchos. Además de lo que ahora mismo es más urgente, como es el tema del conflicto de la estiba, nosotros esperamos que al final se imponga la lógica. Cabe un acuerdo negociado en respuesta al requerimiento de Europa, sin que eso signifique una precarización del sector que no es un requisito de Europa, sino una apuesta política del PP, que aprovechando la sentencia quiere desregular, como es su obsesión, casi todos los sectores. Tenemos otro ojo puesto en la residencia de mayores de La Línea. Nos ha alegrado que la Junta haya parado la rumorología que había en torno al centro de menores del Cobre, en Algeciras. Hemos sido capaces de parar, en muchos centros de trabajo, en los que tenemos capacidad de intervención, una parte de los efectos de la reforma laboral. Tenemos que pelear ahora para revertir los efectos negativos en cuanto a precarización, en cuanto a involución salarial y de derechos de las dos reformas laborales, tanto la del Gobierno de Zapatero como la del Gobierno de Rajoy. Creemos que hay un nuevo escenario para la negociación colectiva en un país donde, efectivamente, las cifras macroeconómicas muestran índices de crecimiento, y muchas empresas presentan unos niveles de beneficios importantes, y creemos que hay que ser capaces de redistribuir esa riqueza económica, porque por ahora, esa recuperación económica no está llegando a los trabajadores. Está también el elemento de la creación de empleo. Una comarca con el polígono industrial y el desarrollo portuario que hay no se ajusta con los cerca de 35.000 parados registrados que tenemos, que son más. Creemos que hay un potencial de desarrollo económico de esta comarca. Llámese industria o auxiliar de la gran industria.  Va a ser una obsesión el dignificar las condiciones de trabajo y la creación de empleo. Para eso son fundamentales las infraestructuras y las políticas públicas. Nosotros creemos que se ha castigado al Campo de Gibraltar en las políticas públicas tanto desde la Junta como desde el Gobierno Central durante muchos años. Vamos a seguir trabajando con quien quiera trabajar con nosotros en esta comarca para seguir demandando empleo, inversión, y desarrollo económico.

¿Cuál es la solución al conflicto de la estiba?
—La solución pasa por hablar. Parece que este Gobierno no quiere sentarse ni tan siquiera a hablar. Hay modelos en el marco de la Unión Europea, como el que se ha hablado del modelo belga, que pueden combinar, mediante una negociación, lo que es la estabilidad y la calidad en el empleo del sector, que además es competitivo y no tiene problemas de costes salariales que lastren su competitividad.  Nosotros estamos convencidos de que el Gobierno ha querido aprovechar que pasaba por ahí la sentencia para intentar desregularizar el sector y dar satisfacción al discurso oculto de una parte de la patronal. El discurso explícito de la parte que se sienta a la mesa es que están dispuestos a llegar a un acuerdo. Esperamos que seamos capaces de llegar a un acuerdo a la hora de negociar. Creo que los sindicatos hemos expresado pro activa y por pasiva que estamos dispuestos a llegar a un acuerdo que no signifique aprovechar la sentencia para desregularizar el sector y precarizarlo.

¿En qué situación se encuentra el empleo en las grandes industrias y las empresas auxiliares del Campo de Gibraltar?
—Respecto a las grandes industrias, dos cosas. Primero, nosotros tenemos una gran industria potente que es el primer polo industrial de Andalucía. Nosotros entendemos que cabe la creación de empleo y creemos que se ha aprovechado la crisis para recortar plantilla, no tanto en las empresas principales, que también, sino fundamentalmente en las empresas auxiliares. Ahí se ha ido a un recorte de los pliegos de condiciones de los contratos mercantiles que mantienen con la industria auxiliar que ha provocado pérdida de empleo. Estamos en contra de eso. Por fortuna, la gran industria de nuestra comarca es solvente en términos económicos y no se puede aprovechar la coyuntura de crisis para optimizar aún más unos beneficios que a la postre repercuten en menor empleo y en un empleo de menor calidad. Hacemos un llamamiento a la responsabilidad social corporativa de las empresas para que sean conscientes de que tienen que aportar a la sociedad que les está haciendo ganar mucho dinero, en este caso a la sociedad campogibraltareña.  Además, lanzamos un mensaje a la Junta de Andalucía. Nosotros estamos perfectamente de acuerdo en que haya ayudas públicas para la optimización de los procesos productivos y ambientales de todo nuestro complejo petroquímico y de toda nuestra gran industria, pero entendemos que buena parte de esas ayudas tienen que ir ligadas a la creación de empleo. No vale que con dinero público se optimice el proceso productivo  y además se pierda empleo. Nos parece que uno de los elementos fundamentales que tiene que tener la ayuda pública es que permita nuevas áreas de negocio o un desarrollo industrial medioambientalmente sostenible pero sobre todo, que cree empleo.

En las últimas fechas se ha hablado de cierres de servicios públicos como la residencia de mayores de La Línea o el centro de menores de El Cobre, en Algeciras.
—En el caso del centro de menores de El Cobre, parece que la Junta ha desmentido los rumores y que el centro se mantiene. Lo que sí es verdad es que, si quieren mantener el centro de menores, y no hacer una retirada de lo público más aún de lo que ya se ha hecho, lo que tiene que hacer es inversión pública para que ese centro reúna todas las condiciones. Parece que hay un compromiso en ese sentido del delegado territorial. Nuestros compañeros en el comité de empresa van a hacer un seguimiento de que efectivamente no solo no se cierre sino que además se cumplan los compromisos de inversión que anunciaba el delegado territorial. Respecto a la residencia de mayores de La Línea, igual, no es de recibo que la Diputación provincial, que está gobernada por el Partido Socialista Obrero Español, un partido que se llama de izquierdas, protagonice una retirada de lo público en una ciudad además emblemática como La Línea, con los problemas que tiene La Línea y con la necesidad que todos hemos acordado que necesita La Línea de inversión pública. Lo que tiene que hacer Diputación es cumplir con la palabra dada. Diputación ha dicho, por activa y por pasiva, tanto el Gobierno anterior como el actual, que iban a invertir en poner en condiciones como se merece esa residencia de mayores. Parece que la Diputación ha abierto un marco de diálogo. Estamos abiertos a cualquier acuerdo que pase por mantener ese servicio y que pase por mantener los puestos de trabajo. No solo estamos hablando de personal de Diputación, estamos hablando de empresas que prestan servicios en ese mismo centro (limpieza, seguridad...) que se verían en mitad de ninguna parte si no hay un compromiso de futuro. Además, creo que es una afrenta para la ciudad de La Línea una noticia de esas características. 

¿Cómo enfoca la participación de CCOO en el Grupo Transfronterizo?
—El Grupo Transfronterizo, que ya tiene sus añitos, empezó gateando, como todo lo que empieza bien. Creo que ya anda y tiene una madurez importante. Que haya empresarios y sindicatos de los dos lados de la Verja sentados en torno a una misma mesa y hablando de cuestiones comunes, salvaguardando después la opinión que cada uno pueda tener sobre el contencioso de soberanía, hablando de los problemas reales que afectan a la ciudadanía de un lado y otro de la Verja, a mí me parece que tiene un valor político incalculable. Y eso se ha conseguido, no solo en un momento coyuntural con un problema con las colas donde nos afectaba tanto a los trabajadores como a la ciudadanía y a empresas de la comarca y de Gibraltar, sino que luego se ha visto como un instrumento que puede posibilitar lo que siempre hemos pedido, que Gibraltar se vea como una oportunidad de desarrollo. En esa línea, yo creo que el Grupo Transfronterizo nos va a dar muchas alegrías. De hecho, ese desarrollo ha permitido que incluso ya otras organizaciones empresariales de España, de nuestro lado de la frontera, como la Confederación de Empresarios de Cádiz, se hayan interesado por integrarse en el Grupo Transfronterizo, lo cual es importante. Paralelamente al Grupo Transfronterizo, que es una cuestión de trabajadores y empresarios, estamos trabajando también en la creación de un comité intersindical transfronterizo. Los hay en el resto de Europa, en España hay varios. Hay una tradición histórica de colaboración entre los sindicatos de un lado y otro de la Verja, fundamentalmente con la Unite. Queremos crear instrumentos que nos permitan coordinar el trabajo transfronterizo que es una realidad que está ahí. Estamos todavía trabajando, no está aún puesto en marcha. Estamos en contacto con estas organizaciones a nivel europeo y a nivel de España.

¿Cómo puede afectar el brexit a esta zona y qué papel deben jugar tanto los sindicatos como las distintas autoridades?
—El brexit fundamentalmente aporta incertidumbre. Nadie sabe bien cómo van a encajar Gibraltar y los ciudadanos comunitarios respecto al Reino Unido cuando el propio Reino Unido esté fuera de la Unión Europea. Creo que ahora mismo la prioridad es situar en el mapa de las negociaciones el tema de Gibraltar, que tiene unas peculiaridades. En la macronegociación de un estado miembro que se va de la UE, además con el peso que tiene el Reino Unido, si no andamos listos y no andamos con el altavoz puesto pues efectivamente la peculiaridad de Gibraltar y de sus relaciones con España y la comarca se pueden quedar en el aire. Nosotros creemos que tiene que tener un sitio la situación de Gibraltar y de la comarca en la negociación que va a haber entre el Reino Unido y la Unión Europea. En caso contrario, sería preocupante. Creo que hay marco de acuerdo si hay voluntad, pero tenemos que estar pendientes porque se está jugando el futuro de los diez mil trabajadores que pasan todos los días la frontera y estamos hablando de que la repercusión del gasto de los gibraltareños y la economía de Gibraltar en la comarca puede poner en riesgo también a las pequeñas y medianas empresas de esta comarca que una parte buena de su negocio la hace con ciudadanos gibraltareños. Parece que con el tema del brexit, las administraciones españolas, tanto la estatal como la autonómica, primero pusieron el foco en las grandes cifras de las relaciones económicas entre Reino Unido y España, el turismo, las importaciones, las exportaciones, y se dejó al margen a los diez mil trabajadores y la economía de la comarca. Parece que eso se ha corregido y que se hablaba incluso de inversión pública para corregir el desequilibrio económico que hay. Bienvenido sea. Creo que no hacía falta la excusa del brexit para darse cuenta de que esta comarca necesita salir del cajón del olvido. Si al final para que vengan inversiones, para que se tenga un tratamiento especial para una comarca que tiene una situación especial fronteriza, si el brexit lo detona, pues perfecto. Somos muy escépticos porque esos grandes anuncios que luego nunca tienen partida presupuestaria...En fin, vamos a intentar que la palabra dada sea correspondida. Se han hecho promesas de inversiones y de cambios en el sistema fiscal que nosotros vamos a exigir que se cumplan.

Según su experiencia como sindicalista,  ¿ha mejorado o empeorado la situación de los trabajadores en los últimos tiempos?
—Creo que hay una involución laboral importante con la reforma laboral de Zapatero que se agudiza ya hasta extremos insoportables con la reforma laboral del Gobierno de Rajoy. Se ha desequilibrado la balanza de las relaciones laborales a favor de las empresas. Hay ahora mismo una situación complicada. Es verdad que ha habido durante unos años mucho miedo en los trabajadores,que creo que, cada vez más, está superado. Los trabajadores estamos entendiendo que, si se ha superado en términos oficiales la crisis, qué pasa con los derechos que he perdido, con el salario que he perdido, qué pasa con la tarta del beneficio que nuestro trabajo produce en cada una de las empresas. Creo que hoy hay más empoderamiento social, más insolencia ciudadana. La gente de CCOO somos muy insolentes porque venimos de esa cultura. Si le hubieran dicho a Pepe Gavilán, en el año 1973, cuando se afilia a las comisiones clandestinas, que hoy íbamos a ser la primera fuerza sindical de esta comarca, que íbamos a tener 10.000 afiliados, que íbamos a tener un poder de interlocución importante, hubiera dicho objetivamente ‘tú estás loco’.  La insolencia, capacidad de lucha de esa generación nos ha traído hoy a las Comisiones Obreras  actuales, a una de las organizaciones sociales más importantes de este país.

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