La sesión se iba a convertir en todo un melón por abrir, ante lo variada e imprevisible que se preveía antes de comenzar, con un duelo marcado entre comparsas y chirigotas, una vez acabada. Pocos argumentos ofrecieron para revertir lo irremediable, ante una noche algo floja.
La cuarta sesión no quedará marcada por haber encontrado en ella sorpresas muy destacadas. Muy previsible en todo. Dando la vuelta, lo más esperado y lo que resultó de pleno fue la chirigota del Vera, segundo premio el año pasado con los egipcios, y que revolución el patio de butacas con un ambiente que aguardó lo mejor para sí para el instante final.
El fin del sopor llegó con la chirigota astigitana ‘¡Ojú qué bochorno!’, toda una grata sorpresa ante los continuados golpes que remataron con su completa actuación. Alegre y con un tipismo muy chirigotero defendió muy bien el tipo de unas señoras que dejaron buena muestra de sus intenciones.
Ni que decir tiene que la comparsa de Barbate dejó también el caldo perfecto para acoger el plato fuerte de la noche con ‘Los del planeta rojo, pero rojo, rojo’.
La revolución llegó en un platillo volante a manos del ‘comandante’ Vera Luque que volvió a ser más auténtico que nunca, conquistando un Falla entregado a la causa.