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España

Zapatero reclama medidas fiscales y mayor control de los mercados

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, propuso ayer la coordinación global de políticas fiscales para reactivar la economía y una nueva regulación de los sistemas financieros, con mayor control y transparencia.

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  • El presidente español, Rodríguez Zapatero, saluda a su homólogo estadounidense George W. Bush. -
  • El presidente español aboga además por una nueva ?cultura corporativa? en las empresas
  • Brasil respalda la participación de España en la próxima cumbre en el Reino Unido

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, propuso ayer la coordinación global de políticas fiscales para reactivar la economía y una nueva regulación de los sistemas financieros, con mayor control y transparencia.


Zapatero intervino en la primera sesión plenaria de la cumbre del G-20 que analiza la reforma del sistema financiero internacional en el National Building Museum de Washington, donde abogó por una “nueva cultura corporativa” en las empresas para evitar “salarios astronómicos” y beneficios injustificados.


Según informaron fuentes del Ejecutivo español, Zapatero recordó la responsabilidad de los Gobiernos para reactivar la economía y poner orden en los mercados, pero “sin sustituirlos”.


Es necesario intervenir, pero nunca coartar la libertad económica, subrayó durante la reunión, celebrada a puerta cerrada.


Zapatero participó en ese foro bajo la bandera de la UE y no con la española, una “deferencia” al viceministro de Finanzas de la República Checa, que se integró en la delegación de España, según argumentaron fuentes oficiales.
Por el mismo motivo, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, que incluyó en su delegación a Holanda, también participó en la reunión bajo la bandera europea, en lugar de la de su país.


España, insistieron las fuentes, ha acudido a la cumbre en las mismas condiciones que Francia, el Reino Unido, Italia y Alemania –los países europeos miembros del G-20–, y con la intención de participar en las siguientes etapas del proceso de reforma financiera.


El ministro de Exteriores de Brasil, Celso Amorim, cuyo país preside el G-20, respaldó la participación de España en la próxima cumbre, que podría celebrarse entre marzo y abril en el Reino Unido.


Amorim mencionó la posibilidad de que España se integre formalmente en el G-20, que podría denominarse G-22 con la inclusión de otros dos países en desarrollo.


La primera intervención de Zapatero en la cumbre duró poco más de diez minutos y estuvo centrada en la crisis de la “economía real” y en la necesaria regulación de los mercados, pero el presidente del Gobierno español instó a los líderes del G-20 a no olvidar su compromiso “con otra crisis mayor, más grave e intolerable que es la de la desigualdad y la pobreza” en el mundo.


“No podemos escatimar ninguna energía en la lucha por cumplir con los objetivos del milenio”, manifestó.
Zapatero, acompañado de su ministro de Economía, Pedro Solbes, estimó que la crisis de los mercados financieros se ha convertido en una “crisis intensa de la económica global” que está afectando a las necesidades reales de los ciudadanos.


Por ello, reclamó “plena determinación” para adoptar medidas dirigidas a reactivar la economía que acaben “cuanto antes” con la crisis y defendió políticas fiscales coordinadas, como las que se están gestando en la UE y las adoptadas por China. Propuso además que las sucesivas presidencias del G-20 asuman la función de velar por la coordinación internacional.

 

El presidente saliente de EEUU y anfitrión de la cumbre también expresó su satisfacción porque los líderes que participan en la cumbre han “reafirmado los principios que respaldan la apertura de mercados y el libre comercio”.

 


“Uno de los peligros en una crisis como ésta es que la gente empiece a poner en marcha políticas proteccionistas”, declaró.

 


Bush advirtió de que la crisis “no ha acabado” y agregó que, aunque se han logrado algunos progresos, “aún queda mucho trabajo por hacer”.

 

El primer ministro británico explicó que las negociaciones entre los líderes del G20 son difíciles, pero se mostró esperanzado de poder convencerles sobre la necesidad de alcanzar al final del día un acuerdo sobre medidas concretas.

 

Brown no reveló qué tipo de progresos se han hecho, pero afirmó que los países del G20 probablemente acordarán reformar las instituciones financieras en un plazo de unos meses. Los planes concretos sobre las reformas se esbozarán en otra reunión el próximo año, explicó.

 

Brasil, que ejerce la presidencia del G-20, respaldó ayer la participación de España en la próxima cumbre e insinuó la posibilidad de su integración formal en este Grupo. “España es bienvenida” al próximo encuentro, afirmó el ministro de Exteriores brasileño, Celso Amorim, que recordó que Lula apoyó la participación de España en la cumbre de Washington. No obstante, Amorin aclaró a la prensa que quien hará las invitaciones para la próxima cumbre será el Reino Unido, que presidirá el G-20 el próximo año.

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