Ante la inminente entrada en funcionamiento de la bolsa social de empleo, que tendrá lugar a lo largo del mes de octubre, la Delegación municipal de Servicios Sociales ha aclarado los criterios de su funcionamiento.
Hasta ahora, cada delegación municipal solicitaba una serie de puestos en función a sus necesidades, lo cual derivaba en contratos de varios días, semanas o un mes. Ahora, los técnicos de Servicios Sociales requieren a los aspirantes una serie de documentación para valorar su situación económica y familiar, y comprobar que se encuentren en situación de riesgo social. La trabajadora social estudia el perfil del usuario, teniendo prioridad los matrimonios con hijos menores de edad o con hijos mayores emancipados, unidades familiares monoparentales, matrimonios sin hijos, solteros, separados y divorciados con obligación de pasar manutención, personas en vulnerabilidad social y en riesgo de exclusión por razón de edad, toxicomanía, enfermedad, discapacidad y con carencia de apoyo familiar.
La prioridad del Ayuntamiento es que al menos una persona de la unidad familiar tenga apoyo económico para sacar adelante a los suyos, como explica el delegado de Servicios Sociales, Diego Carrera. Igualmente, señala que, aunque se solicite empleo en la Delegación en más de una ocasión, ello no implica que se contrate cada vez que se pida, sino que se prorratea para que ese puesto beneficie a otras personas. Carrera aclara que no existen otros criterios más allá de los técnicos para contratar.
