Este niño curioso que va descubriendo el mundo junto a sus inseparables amigos, el perro Loula, la elefanta Elly, el pájaro Pajaroto y el pato Pato, ya se anuncia en la televisión china, se vende con éxito en las tiendas y se ha metido en el bolsillo a buena parte los internautas del gigante asiático.
“Existen miles de seguidores en Internet”, explica a Efe Jie Yang, responsable en China de la firma española Zinkia (artífice de la animación), mientras muestra el icono de Pocoyó en el servicio de mensajería instantánea MSN Messenger.
La célebre teleserie de 104 capítulos, cada uno de ellos de siete minutos de duración, tiene previsto emitirse próximamente en China, convirtiéndose así en la primera serie de animación infantil extranjera difundida en este país en los últimos cuatro años.
En 2006, el español David Cantolla, uno de los creadores de los dibujos, viajó a China para intentar introducir las aventuras del pequeño Pocoyó, al que él bautizó.
“El nombre surgió porque mi hija al rezar por las noches la oración Jesusito de mi vida eres niño como yo se equivocaba y decía ‘eres niño pocoyo’”, cuenta a Efe desde España Cantolla.
Pero el momento en el que Cantolla llegó a China “fue muy complicado porque el Gobierno implantó una política en la que no autorizaba la importación de los dibujos animados extranjeros”, señala Jie.
Antes de 2006 –explica– las animaciones japonesas, coreanas y estadounidenses predominaban en la televisión china.