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Sevilla

La Carpa renuncia al proyecto cultural en Artillería

La red considera que la iniciativa de uso cultural sólo es “una estrategia de marketing con fines meramente partidistas”

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La Fábrica de Artillería se queda sin el principal apoyo de la colaboración público-privada para el uso cultural que el Gobierno de Espadas pretendía dar al monumento, después de que la red creativa La Carpa haya anunciado que “renuncia” a la propuesta municipal al tratarse de una “estrategia de marketing con fines meramente partidistas”.

La Carpa, en un comunicado muy duro, acusa al Ayuntamiento de “hacer suyos” los principios de colaboración público-privada y creación de sinergias entre los diferentes colectivos que llevan defendiendo 20 meses para terminar “atomizar” a los colectivos de la red (compuesta por 17 entidades) para disgregarlos y paralizar su iniciativa de rehabilitar el Pabellón del siglo XV para crear un Centro de Innovación Social, Tecnológica y Cultural, paralizado por la Junta desde que se anunciara que La Carpa se haría cargo del proyecto de uso cultural de Artillería.

La red critica que el Ayuntamiento haya anunciado “a bombo y plantillo como uno de los logros” de la Corporación “mucho antes de haber siquiera planteado el proyecto”.

De hecho, cuestionan que el uso cultural de Artillería sea viable a corto o medio plazo, ya que el proyecto de rehabilitación como contenedor cultural “no es abarcable en una sola legislatura”, apostando por un planteamiento en fases, tanto arquitectónica como de usos, para garantizar una continuidad en el tiempo, que, con sólo un proyecto de consolidación no se consigue.

Para La Carpa es necesario dotar de actividades las naves y zonas al aire libre mientras se realiza las obras de consolidación, extremo que ni se contempla. Además, cuestionan que el plan  director de gestión de usos se prometió para diciembre de 2015, se encargó a una empresa privada y no consta ni una reunión. Y tampoco se facilita el plan de obras del proyecto de rehabilitación para que el arquitecto Santiago Cirugeda y su equipo diseñe el plan de usos.

También cuestionan que lo único que esté claro es que el ICAS se va a trasladar a las oficinas de la Fábrica pero se pretenda gastar 800 euros por metro cuadrado de oficina, un traslado que incluso los técnicos calculan que sería dentro de dos años. “¿Para cuándo el uso cultural de la Fábrica de Artillería del que tanto se vanagloria el Ayuntamiento en sus apariciones en prensa?”, se preguntan.

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