La Policía Nacional aconseja desconfiar de llamadas telefónicas que alerten del supuesto secuestro de un familiar, ya que los agentes investigan el hecho, tras una denuncia presentada en Marbella, donde la víctima recibió una llamada telefónica en la que le exigían que ingresara una cantidad por la liberación de su hijo.
El supuesto rapto es en realidad una estafa telefónica, cuyo objetivo es presionar al receptor mediante amenazas y datos, en ocasiones obtenidos en las redes sociales, para que pague un supuesto rescate antes de colgar el teléfono.
Para presionar más a sus víctimas, los falsos secuestradores pueden llegar a obtener datos del entorno familiar de la víctima en las redes sociales para tratar de dar verosimilitud a la llamada. En otras ocasiones son llamadas realizadas a números elegidos al azar.
Llegan incluso a poner al teléfono a una persona que finge ser el secuestrado para que, entre lamentos, reclame el pago del dinero para evitar que le hagan daño.