La menor de 8 años que fue asesinada junto a su padre en la vivienda en la que ambos residían el 29 de abril de 2013 no trató en ningún momento de huir de la casa sino que cogió un cuchillo y se refugió en su cuarto, donde esperó a su agresor y se defendió de él.
Así lo pone de manifiesto el informe de reconstrucción de los hechos encargado por la acusación particular que ejerce la familia paterna de los fallecidos, consultado por EFE, que ha sido entregado durante la instrucción de la causa.
En ese informe, se precisa que la menor presenta un hematoma en la mano, producto de una caída, que pudo ser producido "por el forcejeo que mantendría con el asesino para defenderse y que la tuvo que tirar al suelo mediante un empujón".
En esos momentos, según el perito, "ella se estaría defendiendo en su habitación con un cuchillo que cogió de la cocina, tal y como ponen de manifiesto las huellas que deja su mano en uno de los cajones y sus pisadas".
En esta situación, el informe pericial pone de manifiesto que la menor "en ningún momento hace por escapar de la vivienda, sino que se mantiene en ella junto a su padre".
Precisa que tuvo la opción de intentar salir por la puerta contigua a la cocina que da acceso a las escaleras o por la que desde esta estancia da acceso al patio, sin embargo no existen evidencias de ello mediante huellas o pisadas.
"Sus pisadas van de la cocina a su habitación, donde se refugia y donde el asesino le da muerte", apunta el informe, en el que además se indica que el colchón de la cama de la menor apareció "empapado de sangre".
