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Huelva

Gran no al plan de Fertiberia

Unos 4.000 onubenses se han manifestado este jeuvesw para decir alto y claro: “No al proyecto, sí a la marisma”

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  • Imágenes de la protesta -

Los colectivos sociales encabezando la pancarta, y en un segundo plano, todos los políticos a una. Este jueves, una marea humana ha caminado unida, codo con codo, de Isla Chica al centro, con un mensaje alto y claro a Fertiberia: “No al proyecto, sí a la marisma”.

Convocada por más de 70 colectivos sociales, y con el visto bueno del Ayuntamiento, la Diputación y todos los partidos con representación en el Consistorio, la manifestación partió de la plaza del antiguo estadio. Poco a poco se fueron sumando más personas y el silencio se fue tornando en gritos: “No queremos una marisma sucia”.

A la llegada al centro, cerca de 4.000 personas, según cifras de la Policía Local, se concentraron en la plaza de Las Monjas para escuchar un manifiesto que fue leído por dos representantes de las dos federaciones de vecinos de la capital, Tartessos y Saltés, y es que este jueves el protagonismo recayó en los ciudadanos, esos onubenses que creen que “otra Huelva es posible” y que salieron a la calle por “la salud de nuestros hijos”.

El manifesto dio voz al sentir general de los presentes: “Los convocantes nos unimos en una sola voz declarando y exigiendo la desautorización del proyecto de clausura de las balas de fosfoyesos presentado por Fertiberia; que la solución de las balsas de fosfoyesos pase por un proyecto de máximos cuya realización no esté limitada ni por plazos ni por presupuesto, permitiendo que el Comité de Expertos dirigido por la Universidad de Huelva elabore y estudie otras alternativas que nos permitan recuperar y restaurar la marisma, aspiración máxima a la que Huelva no puede ni debe renunciar; y que el proyecto de solución abarque la totalidad de las 1.200 hectáreas ocupadas por los fosfoyesos, y no sólo las 700 que ocupan las denominadas balsas activas a que se limita el proyecto de Fertiberia”.

Para terminar, el escritor Juan Cobos Wilkins, en representación de la cultura onubense dejó bien claro que “esta tierra abierta y de luz no puede ser un campo de concentración de sombra, no queremos agonía fosfórica, no queremos que nos malentierren, viva la tierra viva”.

Huelva ha vuelto a hablar alto y claro. Ahora sólo falta que la escuchen.

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