Una manifestación celebrada hoy en la capital haitiana para exigir la renuncia del presidente de Haití, Michel Martelly, se tornó violenta cuando un número de manifestantes amenazó con tomar las armas contra el gobierno al que acusan de planificar elecciones fraudulentas en el empobrecido país caribeño.
La protesta se produce la jornada antes de que llegue a Puerto Príncipe una delegación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que tiene previsto reunirse con autoridades del gobierno, otros actores políticos y de la sociedad civil, ya que el país se prepara para organizar unas elecciones cruciales este año.
Alrededor de dos mil enfurecidos militantes de la oposición quemaron un coche de policía y dañaron varios vehículos privados y gubernamentales que se encontraron en su camino mientras advertían de que tienen la intención de llevar la lucha a otro nivel, en referencia al uso de las armas para derrocar el gobierno.
El conductor del coche de la policía tuvo que huir para salvar su vida, antes de que el vehículo fuera quemado.
Los manifestantes lanzaron piedras y erigieron barricadas con fuego e incluso confiscaron varios teléfonos inteligentes de los transeúntes y se llevaron varios artículos expuestos cerca de las aceras por los vendedores ambulantes.
"Creo que debemos llevar la lucha a otro nivel al tomar las armas contra el gobierno como lo hicimos en el pasado", dijo a EFE un manifestante que se identificó como el coronel Jonas.
"Ese será el próximo paso", dijo.
"Si seguimos manifestándonos como lo hemos venido haciendo, no creo que vayamos a lograr nuestro objetivo de derrocar a Martelly", concluyó Jonas.
Sin embargo, otros líderes de la oposición, quienes organizan las manifestaciones en las calles, reiteraron su voluntad de mantener su movimiento pacífico.
"Nuestro movimiento es pacífico y seguirá siéndolo, a pesar de que a veces el régimen en el poder envía infiltrados en el movimiento para ejercer la violencia", dijo Assad Volcy, uno de los organizadores de las manifestaciones.
"Mañana (viernes) nos vamos a concentrar en la carretera del aeropuerto para enviar nuestro mensaje a la delegación de la ONU que visitara el país", dijo Volcy, anunciando más manifestaciones para los próximos días.
"Nuestro mensaje es claro: Martelly debe irse", dijo.
La delegación de la ONU tiene previsto evaluar la misión de estabilización de la ONU, que ha venido trabajando en la creación de un ambiente de seguridad para la celebración de elecciones en Haití, en los últimos 10 años.
El presidente Martelly publicó la noche del martes la lista de los 9 miembros de un consejo electoral provisional encargado de organizar elecciones para renovar este año dos tercios del Senado de 30 miembros, la totalidad de la Cámara Baja y cientos de entidades gubernamentales locales.
Sin embargo, el mandato del presidente Martelly no concluye hasta febrero de 2016.
Estaba prevista que el consejo electoral recién nombrado tomara posesión el jueves, pero el portavoz de la presidencia haitiana, Lucien Jura, dijo que la ceremonia tuvo que ser aplazada como consecuencia de un problema de última hora planteado por varias instituciones involucradas en las decisiones de elegir a los miembros del consejo.
Jura anunció que dicho acto será "tan pronto como sea posible" con el fin de que pueden iniciarse los preparativos de los comicios.
El presidente Martelly y el primer ministro, Evans Paul, que nombraron esta semana un nuevo gobierno de consenso, han prometido en repetidas ocasiones que la actual administración hará todo lo posible para garantizar la organización de elecciones libres, justas, democráticas y creíbles, y con la seguridad necesaria.
Por otro lado, una nueva promoción de más de un millar de agentes de la policía se ha graduado y será desplegada sin demora para ayudar a proteger al país caribeño de más de 10 millones de habitantes.
Haití tiene ahora más de 12.000 agentes de policía.