El alcalde de Sanlúcar, Víctor Mora, ha presentado el Banco de Tiempo, un sistema de intercambio gratuito de prestaciones y servicios de ayuda mutua entre personas y grupos con voluntad de compartir habilidades y conocimientos. Como ha explicado el alcalde, se trata de una serie de pequeños favores, como los que muchas personas realizan todos los días en su círculo de familiares, amigos-as y vecinos-as, que mediante el Banco de Tiempo pueden extender a otras personas.
Víctor Mora dijo que esta iniciativa surge ante la alta disposición de muchos ciudadanos y colectivos que quieren participar activamente en la sociedad, y con este Banco de tiempo tienen la oportunidad.
“A lo mejor una persona necesita que le riegen la plantas y otra que le enseñen a cocinar, o simplemente compañía”, explicó Víctor Mora, quien señaló que el Banco de Tiempo, además, establece una fórmula para valorar esos pequeños favores, como si fueran productos o servicios de mercado, pero con la notable peculiaridad de que la unidad de valoración que facilita el intercambio de esos productos y servicios no es el dinero, es el tiempo, “uno de nuestros valores más preciados”.
La delegada de Participación Cudadana, Rocío Sumariva, explicó el funcionamiento de esta acción, que se pondrá en marcha el próximo mes, que se coordinará desde dicha delegación y en la que puede participar cualquier persona a título individual, mayor de edad o con al menos 16 años cumplidos si cuenta con autorización de sus progenitores, empadronada en Sanlúcar, así como familias completas, o asociaciones y grupos informales organizados que realicen habitualmente sus actividades en Sanlúcar.
Lo primero que hay que hacer es darse de alta en el Banco de Tiempo, solicitándolo mediante un formulario de preinscripción, con los datos personales y de contacto, en el que además se especifican las prestaciones o servicios que se ofrecen y las que se demandan. Para que la inscripción sea definitiva, habrá una entrevista previa en la Secretaría del Banco, que servirá para aclarar dudas y para explorar todas las posibilidades que ofrece el sistema.
Una vez realizada la inscripción, se abre una Cuenta de Tiempo cuyo titular es la persona, familia, asociación o grupo que se ha dado de alta. En esa cuenta, como si fuera una cuenta corriente, se anotan los “movimientos”, es decir los intercambios de prestaciones y servicios que se producen entre usuarios-as y los pagos e ingresos en tiempo, en horas.
Con la información que aporta cada usuario-a se confecciona un Catálogo de Prestaciones, de ofertas y demandas, que estará alojado y actualizado de forma permanente en la web del Banco de Tiempo, aunque periódicamente se publicará y se enviará a los-as usuarios-as en soporte impreso.
Cualquier usuario-a que tenga interés en alguna de esas prestaciones puede establecer contacto con quien la ofrece, bien directamente, entrando en la web del Banco de Tiempo con su nombre y contraseña, bien a través de la Secretaría del Banco mediante una simple llamada de teléfono.
Una vez en contacto, ambas partes se ponen de acuerdo en fechas, horarios, tiempo necesario para realizar la prestación, etc. El intercambio de prestaciones no implica necesariamente una relación mutua entre dos usuarios-as.
Las asociaciones y agrupaciones de personas pueden hallar en el Banco de Tiempo ventajas especiales. Si organizan y ofrecen actividades colectivas, algo que en el caso de asociaciones y grupos puede ser habitual, se benefician de la regla especial de valoración en tiempo que rige en este tipo de actividades. Y además pueden contar con el incentivo a la participación que supone el hecho de que el “pago” en tiempo corre por cuenta del propio Banco, no de las personas beneficiarias.
Y si actúan como demandantes de tiempo también tendrán ventajas, porque podrán usar su saldo de dos maneras. Pueden ceder parte de su saldo a alguno-a de sus miembros, que podrá beneficiarse de prestaciones ofrecidas por otros-as usuarios-as como si fuese un usuario-a individual. O bien pueden pedir colaboración en actividades propias de la asociación (una campaña informativa, una pequeña obra de reacondicionamiento de la sede, etc.), con la ventaja de que estas actividades también estarán “subvencionadas”, de forma que será la Secretaría del Banco de Tiempo, no la asociación, quien abone a los-as colaboradores las horas empleadas en la actividad.
De esta forma, para las asociaciones y grupos el Banco de Tiempo puede suponer, al mismo tiempo, un servicio añadido a sus propios miembros, y una forma de entrar en contacto con personas interesadas en sus actividades, incluso para colaborar en su organización.
Como cualquier banco, el Banco de Tiempo necesita “oficinas”, para atender usuarios-as y para realizar actividades administrativas. En este caso, la “oficina” o Secretaría del Banco de Tiempo será la Delegación Municipal de Participación Ciudadana.
Pero la secretaría no se limitará a realizar gestiones administrativas. Una parte importante de su actividad irá dirigida a favorecer relaciones de confianza entre usuarios-as del Banco. Periódicamente se realizarán “Reuniones de confianza”, actos de convivencia para que los-as usuarios-as se conozcan entre sí, que además servirán para analizar la marcha y el funcionamiento general del proyecto.
A medida que el Banco de Tiempo vaya creciendo, se pondrá igualmente en marcha una Comisión de Seguimiento, participada por representantes de la Delegación de Participación Ciudadana y por usuarios-as a título individual y colectivo, que igualmente se ocupará de analizar la marcha del proyecto y de estudiar posibles medidas para mejorar su funcionamiento.