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España

Dejan de buscar víctimas del seísmo entre los escombros

Todas las personas desaparecidas por los derrumbes causados por el terremoto en Italia han sido encontradas ya, la mayoría muertas, por lo que, según los bomberos, no se buscan cadáveres, aunque se prestará atención durante la retirada de escombros por si aparece alguno.

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  • Un bombero italiano observa las ruinas del que fuera Palacio del Gobierno de L?Aquila, en Los Abruzos. -
Todas las personas desaparecidas por los derrumbes causados por el terremoto en Italia han sido encontradas ya, la mayoría muertas, por lo que, según los bomberos, no se buscan cadáveres, aunque se prestará atención durante la retirada de escombros por si aparece alguno. 

Los bomberos, según dijeron a los medios locales, no creen que debajo de los escombros pueda haber, siete días después del terremoto, personas vivas, ya que consideran que más de cinco días no resiste un cuerpo humano. 

Con esas premisas, el número de muertos por el terremoto de 5,8 grados que sacudió la región central de los Abruzos, y especialmente su capital, L’Aquila, es de 294, después de que el sábado se recuperaran los cuerpos de dos mujeres, una anciana y otra de 44 años, y el de un joven de 17 años, hijo de la señora más joven. 

De entre los escombros también ha sido recuperados en estos días con vida un total de 150 personas, la última la joven Eleonora Calesini, sacada de entre los cascotes el pasado miércoles, 42 horas después de quedar sepultada. 

La joven se debate entre la vida y la muerte en un hospital de Teramo, localidad cercana a L’Aquila. 

Una vez que todo parece indicar que ya no hay más fallecidos, se ha comenzado a investigar, por orden de la Fiscalía de L’Aquila, a qué se ha debido tantos derrumbes y si ello fue causado por una mala construcción, en la que no se respetó la normativa antisísmica. 

Los primeros controles se han efectuado ya en las destruidas Casa del Estudiante –una residencia de estudiantes, tipo colegio mayor donde fallecieron ocho jóvenes–y el Hospital de San Salvador. 

Según publica ayer el diario Corriere della Sera las sospechas sobre anomalías en las construcciones se han hecho realidad y los peritos nombrados por el fiscal han descubierto que los pilares fueron fabricados con una cantidad de hierro menor a la que obliga la normativa y por lo que no resistieron el temblor de 5,8 grados de magnitud en la escala Richter de la madrugada del día 6. 

Según los peritos, siempre según las mismas fuentes, si las reglas antisísmicas hubieran sido respetadas el número de edificios derrumbados hubiera sido menor, así como el de fallecidos. 

Los edificios derrumbados o en los que no se puede vivir son, según cifras provisionales de Protección Civil citadas por Corriere della Sera, entre 38.000 y 60.000 entre L’Aquila y los numerosos pueblos de la provincia afectados, algunos de ellos prácticamente destruidos. 

El fiscal de L’Aquila, Alfredo Rossini, dijo ayer que quienes hayan construido con arena del mar (que cuesta mucho menos que la de cantera, pero que debido a las impurezas que presenta y al contener cloruro con el paso del tiempo carcome el hierro) y se demuestre será arrestado inmediatamente. 

Mientras las investigaciones prosiguen y los damnificados se prepararan para celebrar la Pascua, la tierra volvió a temblar ayer con una réplica de una magnitud de 3,1 grados en la escala de Richter. 

El nuevo temblor fue advertido en Roma, distante unos 80 kilómetros de L’Aquila y en las regiones vecinas a los Abruzos, Las Marcas, Molise y Lazio. 

De vuelta a casa en dos meses

El primer ministro, Silvio Berlusconi, aseguró ayer en L’Aquila que en un plazo de dos meses estarán acabadas las certificaciones de habitabilidad de los edificios afectados por el terremoto y ya podrán comenzar a regresar a sus hogares los evacuados cuyas casas no presenten problemas. 

Berlusconi así lo manifestó tras compartir con los evacuados en las tendopolis, campamentos de tiendas campaña levantados en varios zonas de L’Aquila, ayer domingo de Pascua, una de las fiestas más arraigadas entre los italianos. 

El líder conservador, que aseguró que está dispuesto a volver todos los días a L’Aquila mientras sea necesaria su presencia, aseguró que el Ejecutivo “hará todo lo necesario para sacar a las personas de las tiendas de campaña, para que regresen a sus domicilios”. 

A este respecto precisó que los damnificados son 55.205, de los que 21.899 están alojados en hoteles de la zona y de la vecina costa Adriática y 33.306 en 196 tendopolis, levantadas en zonas de la periferia de L’Aquila, la ciudad cuyo centro histórico ha resultado el más dañado.

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