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Provincia de Granada

La familia del acusado de matar a su tío confirma el \"cariño\" que le tenía y que era quien lo cuidaba

El vecino ha indicado además que el joven estaba pendiente de su tío, que iba a buscarlo por el pueblo cuando se perdía y que tenían una relación de \"mucho cariño\"

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Familiares del joven de 27 años que está siendo juzgado por un jurado en la Audiencia de Granada acusado de asesinar a su tío abuelo, un anciano impedido y con Alzheimer, en la casa en la que residía con él, en Valderrubio (Granada), de un solo disparo en la sien, han señalado que era él quien se encarga de cuidarlo y de asearlo y han confirmado el "cariño" que le profesaba.

   En la segunda sesión de la vista, que arrancó este lunes, varios de los allegados de víctima y procesado han indicado además que el tío abuelo había manifestado en más de una ocasión que le dieran "un tiro en la cabeza" para que se pudiera ir "al cielo. Una de las hermanas del inculpado, también sobrina nieta del fallecido, ha señalado que el joven, José M.L., siempre había sido "diferente" y que se "venía abajo con los problemas", y ha indicado que él mismo ingresó voluntariamente en la Unidad de Salud Mental del Hospital Clínico de Granada porque creía que él mismo podría hacerse daño.

   Uno de sus vecinos, el primero que habló con el acusado después de lo sucedido, ha indicado que, cuando pasaba por delante de su casa, éste le dijo que llamara a la Guardia Civil, que había matado a su tío, y, preguntado por las razones, él le contestó que le había dado un ictus y que "no estaba bien". Le contó además que le había dado "un tiro" con una pistola que había tirado y que pidió que nadie la tocara porque tenía sus huellas.

   El vecino ha indicado además que el joven estaba pendiente de su tío, que iba a buscarlo por el pueblo cuando se perdía y que tenían una relación de "mucho cariño". También la madre del joven ha indicado que el hombre, de 77 años, ya no recordaba los nombres de sus familiares, por el Alzheimer que padecía, salvo el de su sobrino nieto, que le bañaba, le vestía y hasta le "echaba colonia".

   Según ha dicho, su hijo era aficionado a las armas, y una vez le descubrió algunas de las que tenía, como un puño americano, navajas y un arma de descarga eléctrica, aunque nunca le vio la pistola con la que acabó con la vida de su tío abuelo.

   Ella procuraba además que el joven se tomara la medicación que le habían prescrito para sus brotes psicóticos, pero a veces no podía controlarlo. Sin embargo, no era una persona "agresiva" y nunca tuvo miedo de lo que pudiera hacer. Sobre el fallecido, también ha confirmado que dijo en reiteradas ocasiones: "Yo lo que quiero es que me den un tiro".

   Otra hermana del inculpado ha confirmado también que el joven no era agresivo, aunque tenía "muchas manías" y estaba obsesionado con la limpieza, y el novio de ésta ha indicado que José M.L. era "muy atento" con su tío abuelo, que siempre estaba pendiente de él y que se centró en atenderlo sobre todo tras la muerte de su abuelo, que era su figura paterna.

   El juicio continuará este miércoles con la práctica de más pruebas periciales, y las partes, en este caso la defensa y la Fiscalía está previsto que expongan sus conclusiones, con lo que el jurado podría emitir su veredicto el jueves o el viernes.

   El Ministerio Público solicita una pena de ocho años y medio de prisión por un delito de asesinato y otro de tenencia ilícita de armas --al no disponer de licencia para el arma que presuntamente utilizó--, con la circunstancia atenuante de confesión y la eximente incompleta de enajenación mental, pues está diagnosticado de trastorno mixto de personalidad paranoide y esquizoide, y trastorno obsesivo compulsivo del control de los impulsos, y su defensa reclama su libre absolución por tratarse de una muerte "piadosa" o "eutanasia", o, alternativamente, una condena de cinco años de cárcel.

   Según consta en su escrito de acusación provisional, el procesado, José M.L., en prisión provisional desde el 12 de febrero del pasado año, convivía en un domicilio de la calle Iglesia número 5 de Valderrubio con su madre, sus dos hermanas y su tío abuelo, de 77 años, con enfermedad de Alzheimer y que había sufrido un infarto cerebral recientemente.

   Así, estando en la vivienda sobre las 11,30 horas del 11 de febrero de 2013, el joven, que previamente había manipulado una pistola y sus cartuchos para disparar pese a que no tenía licencia para ello, se dirigió con el arma hacia su tío abuelo "con la evidente intención de acabar con su vida".

   El anciano se encontraba inmóvil en el sofá del salón, imposibilitado para moverse como consecuencia del infarto cerebral que había sufrido pocos días antes, cuando su sobrino nieto le puso en la sien la pistola y disparó, ocasionándole la muerte de manera instantánea.

   El imputado, que reconoció desde un primer momento la autoría de los hechos, había manifestado ya ideas anteriores de matar a su tío, y se le considera, según el fiscal, una persona "peligrosa" respecto a los demás.

   Le ha sido diagnosticado un trastorno mixto de personalidad paranoide y esquizoide, trastorno obsesivo compulsivo  del control de los impulsos, y presenta una leve a moderada alteración de su capacidad para conocer y sobre todo para querer, además de un grado de discapacidad del 65 por ciento. Sus familiares han renunciado a cualquier indemnización.

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