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Viernes 03/05/2024  

Andalucía

“No puede descartarse un candidato andaluz a las primarias”

Relajado, observando y distendido, Mario Jiménez estuvo en el programa de entrevistas de Ondaluz “A solas con...” hablando de su vida personal y política, una dedicación en la que lleva volcado veinte años con el convencimiento de que hay que transformar pero también preservar

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Con más de dos décadas dedicado a la política, Mario Jiménez (Moguer, Huelva, 1971) ha ostentado numerosos puestos de relevancia orgánica en su partido, el PSOE Andaluz, y ahora vuelve a ocupar la Portavocía de su Grupo en el Parlamento de Andalucía.

Una vida política dilatada, densa e intensa ¿no?

—Es que estamos hablando de un periplo vital de 22 años. Da tiempo a muchas cosas si uno se organiza bien y al final uno cree que a una tarea como la política se dedica uno con vocación que es la única manera de estar, dedicándole muchas horas y con mucho cariño, muchísimo respeto y bastante responsabilidad. Los cargos que he asumido se pueden llamar así, cargos, pero también responsabilidades. Yo he procurado al frente de cada una de esas tareas cumplir con las responsabilidades con los ciudadanos y con mi partido.

Usted dice que está en política para preservar las conquistas y transformar y cambiar. Dada la situación actual ¿ahora hay más que preservar que transformar?

—Hay que combinar siempre las dos tareas. En toda obra suman elementos que seguramente se pueden conservar y preservar. En la obra de la construcción de la democracia en España y de la construcción del edificio de los derechos sociales y civiles y democráticos hay mucho que preservar y también que cambiar. Si precisamente se han puesto en peligro en este tiempo, porque entiendo que por ahí va su pregunta, tiene que ver porque hay determinadas cosas que no se han hecho bien y que nos han traído a una situación que está poniendo en peligro eso que hemos conquistado como pueblo en este tiempo. Por lo tanto, eso hay que cambiarlo para que jamás la economía se ponga por delante de la política y de la democracia; hay que cambiar que jamás el beneficio particular se anteponga al colectivo.

Su infancia y juventud transcurrió en Moguer ¿Qué recuerdos le vienen?

—Recuerdo un pueblo que en esos momentos, los de mi infancia, estaba eclosionando en todos los terrenos. Mi pueblo era eminentemente agrícola pero lo hacía de manera tradicional y que no daba para vivir, que daba para muy poco. Recuerdo a finales de los años 70 y primeros de los 80, con diez u once años, como de repente comenzó a cambiar todo porque llegó el cultivo de la fresa y mucha gente que estaba en la agricultura empezó a cultivarla. Pero también otra mucha gente que está en otras actividades vieron en ese sector una posibilidad de progreso económico, de generación de riqueza al mismo tiempo que de empleo. Hoy mi pueblo es una referencia en ello. Es el término municipal donde más fresa se cultiva de toda España y creo que de toda Europa. Moguer es un municipio con personas muy emprendedoras, con mucha capacidad de trabajo y de echarse adelante. Por ello todo cambió en aquel momento y paralelamente estaba cambiando la fisonomía de mi ciudad gracias a los ayuntamientos democráticos. Recuerdo como de muy joven cuando el primer alcalde socialista (las dos primeras las gobernó un alcalde de la UCD), Paco Díaz Olivares llegó a gobernar cómo mi pueblo empezó a cambiar. De no tener ni lo más mínimo, ni siquiera un centro de salud, un instituto de Secundaria, no tener garantizado el suministro de agua o de ser un pueblo en el que con dos gotas se iba la luz y que no tenía infraestructura deportiva alguna y que teníamos que ir a jugar a un campo de fútbol de condiciones pésimas…, de repente mi pueblo cambió pasando a ser una ciudad con unos servicios públicos de unas dimensiones grandísimas. En ese entorno y en paralelo, mientras mi pueblo iba creciendo iba creciendo yo también. Esa fase de la adolescencia y de mi primera juventud coincidió precisamente con la eclosión de mi pueblo desde el punto de vista económico, social y de los servicios para su modernización. Moguer cambió como de la noche al día en ese tiempo.

¿En Moguer se respira la poesía de Juan Ramón?

—Indudablemente. “Platero y yo” es de los libros, junto con la Biblia, más traducidos a otros idiomas. Eso es debido a que todo el mundo se ha identificado con las distintas capas del libro y es que esta obra de Juan Ramón es como una cebolla pues se puede leer desde muchos planos, como un cuento infantil, como una elegía, como prosa reivindicativa.


Estudia y trabaja de avicultor, cuéntenos algo de los pollos y las gallinas.

—Mi padre es un hombre emprendedor que trabajó en una farmacia 40 años pero que para sacar adelante a una familia de cuatro hijos y darles una carrera se vio en la necesidad de completar ese sueldo con otra actividad. No se le ocurrió otra cosa que empezar a criar gallinas y pollos y convertirse en un avicultor. Gran parte de mi juventud y de la de mis hermanos es la combinación de estudios, que para mi padre era lo primero, y la necesidad de ayudar en la granja. A eso me dediqué hasta que me fui a Sevilla. Una actividad durísima por las condiciones que tienen los avicultores en ese tipo de cría. Recuerdo haber visto a mi padre pasarlo muy mal en muchas ocasiones. Íbamos muchas veces a Sevilla a liquidar la camada y volvíamos muy disgustados ¡Para una vez que íbamos a Sevilla! Luego mi padre nos llevaba a tomar una cerveza en un bar pero el 80 % de las veces nos volvíamos igual que habíamos venido tras tres meses de trabajo que no habían dado prácticamente para nada. Aun recuerdo el Renault 8 en el que hacíamos ese viaje.

Y es un gran aficionado al flamenco

—Tuve la suerte de conocer a gente que me acercaron a ese mundo. Me gusta escucharlo mucho en el teatro porque es una música de calidad que merece un entorno de calidad. También me gusta escucharlo en otros entornos. Desde una peña de Moguer tuve la suerte de conocer y oír a Enrique Morente, Camarón, José Mercé, Calixto Sánchez o El Pele y de sentir, como decía Antonio Mairena, “la razón incorpórea”.

Tras las declaraciones de Felipe González defendiendo un pacto PP-PSOE ha habido fuertes reacciones ¿Cuál es su posición?

—Los socialistas andaluces no estamos en esa posición. La coaliciones deben ser homogéneas y, en este caso, no existe en absoluto ni homogeneidad ni identificación ni posibilidad de encontrar un espacio de coincidencia entre los programas del PSOE y del PP. El PSOE aspira a gobernar solo con el apoyo de una mayoría social y de los ciudadanos, pero si no hay mayoría nuestra referencia va a estar siempre en la izquierda. Somos un partido de izquierdas que no tiene nada que ver con la derecha. No nos podríamos entender con el PP en las políticas económicas, laborales y sociales. Ni ahora ni nunca el Partido Socialista puede estar en una coalición con el PP. Si se junta un proyecto de izquierdas y otro de derechas no sale un proyecto de gobierno, sale una “cama redonda”. No se entiende que IU quiere dar lecciones de coherencia mientras se rasga las vestiduras en Extremadura no apoyando la moción de censura para quitar uno de los Gobiernos más radicales de derechas y además populista como es el de Monago.

¿Cuáles serían las razones por las que el gobierno andaluz podría convocar elecciones anticipadas?

—Sólo compete a la presidenta y Susana Díaz lo ha dicho muy claro. Tiene una agenda para la recuperación económica. Esa es la prioridad. Salvo que esa agenda no pueda desarrollarse no hay motivo alguno para disolver el Parlamento. Si esa agenda no se interrumpe no habrá elecciones anticipadas.

El PSOE andaluz por su fuerza se puede decir que “manda” en Ferraz. Por eso extraña que para las primarias de noviembre no suene el nombre de ningún socialista andaluz

—La referencia en España que implica el Gobierno andaluz así como la fuerza y dimensión del partido en Andalucía es muy relevante. En el presente y en el futuro del partido ese papel va a ser crucial. Queda tiempo para las primarias y hay que esperar.

¿Puede ser un candidato o candidata de Andalucía? ¿Puede ser de Moguer?

—¡Ja, ja, ja…! con esa concreción no se lo podría yo decir. No puede descartarse un candidato andaluz, pues el partido en Andalucía tiene cuadros con mucha experiencia y muy cualificados, gente muy preparada con experiencia de gobierno y de partido. No se descarta que del PSOE-A saliese una persona que legítimamente aspirara a ponerse al frente del proyecto nacional. Muchos militantes nos lo expresan ¿por qué no un andaluz? A partir de ahí cabe esperar. El partido está muy unido entorno al liderazgo que ostenta con mucha fuerza, inteligencia y capacidad nuestra secretaria general, Susana Díaz. De aquí a noviembre, ya veremos.

Le doy unos nombres de los que suena para las primarias y los califica. Rubalcaba:

—Es secretario general del PSOE.  En la cultura de mi partido eso siempre es una opción. Alfredo deberá de hacer una reflexión sobre si su paso al frente es beneficioso para el partido o no.

Eduardo Madina:

—No le he escuchado decir que vaya a presentarse. Tendrían que ser los militantes quienes lo valoren. Eduardo es joven pero con experiencia en la Secretaría General del grupo en el Parlamento.

Carmen Chacón:

—Carmen posee experiencia de gobierno. En el Congreso de Sevilla no tuvo el respaldo suficiente pero sí un apoyo importante. Como Eduardo, tiene muchas cualidades. Insisto, al final serán los militantes quienes elijan.

Patxi López:

—Fue nada más ni menos que el lehendakari que ha tenido el PSOE en el Euskadi. ETA decidió dejar de matar y estaba apunto de la derrota total cuando hubo un presidente socialista en España y un lehendakari socialista. Serán los militantes quienes lo digan.

El Test

Elecciones europeas

En Andalucía vamos a ganar con mucha claridad y en España también ganaremos las elecciones.

Última película vista

Tren nocturno a Lisboa.

Aficiones

Cine, teatro, lectura, internet, el flamenco -un magnífico sitio para viajar-, una buena comida, un buen vino...

Tras la política...

A vender libros. A tener una librería y vender libros pero de papel.

Pasión por la aeronáutica

La primera vez que volé en avión me quedé tan “pillao” por la tecnología que hacía posible una experiencia de ese calibre que decidí a partir de ese momento conocer más del hecho de por qué y cómo vuelan los aviones y lo cierto es que me gusta mucho.

Un recuerdo agradable

El nacimiento de mis cuatro hijos.

Un lugar para perderse

Cazorla, precioso, espectacular y único.

Una virtud suya

Que trabajo mucho.

Un defecto

Que trabajo mucho. Si se lo pregunta a gente que yo sé le dirán que es un defecto mío.

Personaje real que admire

Shakespeare, Cervantes, Azaña, Pablo Iglesias.

¿Qué le inspira el PP?

Primero respeto y después una valoración muy negativa porque está haciendo lo peor en el peor momento.

¿Y Moreno Bonilla?

Me inspira poco. No es precisamente una musa.

Susana Díaz

Me inspira bastante. Me inspira confianza, seguridad, cercanía, coherencia, y una capacidad de trabajo que agota hasta a los que tenemos también mucha capacidad de trabajo.
 

El perfil

Si Frank Sinatra era la "voz", Mario Jiménez es la “garganta” socialista en el Parlamento andaluz. Con 43 años ya está curtido en mil batallas. Desde su púbermilitancia ha sobrevivido a cambios y a alguna que otra convulsión.  Desde hace 22 años es militante. Entre otras labores ha sido y es parlamentario andaluz desde el 2000, número dos de los socialistas andaluces, senador en Madrid y ahora portavoz socialista en el Parlamento andaluz, o lo que es lo mismo, el látigo lacerante del PP.

Nació en Moguer. Diplomado en  Economía y master en Derecho. Juventud y adolescencia ligadas al campo y a las tareas avícolas familiares compatibilizadas con los estudios. Apellidándose Jiménez y siendo de Moguer conoce perfectamente cada capa de “esa cebolla” de “Platero y yo”.

Cuatro hijos, entre ellos una niña china adoptada de la que se le escapa orgullo a borbotones porque “es como un cultivo que se inicia en frío y espera a que le dé el sol para florecer con toda su fuerza y sacar todo lo maravilloso que tiene dentro”.

En la cercanía no se muestra como el azote fustigador que es sino de carne y hueso, afable y sencillo. Afirma que le gusta la política más que comer con las manos aunque una cosa lo supera, la puchera de su madre “con garbanzos, frigones y tallos”. Le fascina Bono, pero matiza contundentemente que se refiere a Paul David Hewson, el irlandés líder de U2.

Es del Sevilla y niega una tradición verdiblanca socialista. En su partido hay de todo “incluso gente del Barça”. De él dijo Susana Díaz que cuentan con "el mejor portavoz parlamentario que puede tener en el Parlamento andaluz en un momento importante”.

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