La plantilla de trabajadores del servicio de limpieza y recogida de residuos urbanos ha mantenido este martes una asamblea para dar un paso más en su intención de reunirse con la empresa concesionaria, Urbaser, al objeto de firmar el nuevo convenio que sustituya al vigente que data de 2008.
Cabe recordar que el documento ya cumplió a finales de 2012 y fue prorrogado hasta diciembre de 2013. Pasó el año y la empresa no se sentó a negociar con los representantes de los trabajadores, por lo que el pasado mes de febrero decidieron denunciar que estaban trabajando sin el amparo de un convenio.
Los trabajadores han respaldado el contenido de la plataforma de propuesta del nuevo convenio colectivo que pondrán sobre la mesa cuando se sienten a negociar con la empresa. Saber la fecha es una incógnita, básicamente porque Urbaser pretende agotar todos los plazos administrativos, además de que no sabe a día de hoy si seguirá prestando el servicio una vez que el Ayuntamiento saque a concurso la plica los próximos meses.
Con la nueva propuesta de convenio, tal y como han señalado los propios representantes de los trabajadores durante la asamblea, se ha buscado simplificar al máximo todos los puntos para evitar que Urbaser pueda llevárselo a su terreno y hacer las interpretaciones que más le convengan.
El comité de empresa prevé una negociación “dura y larga” y básicamente las modificaciones que presenta el documento que han redactado van encaminadas a mejoras desde el punto de vista social y que afectaría a la edad de jubilación, las sustituciones o que los trabajadores de los fines de semana ocupen los puestos de los operarios que se van de vacaciones o están de baja por incapacidad temporal.
La duración del convenio propuesto por los trabajadores sería de dos años y contempla una subida del 2 por ciento cada año, en función de IPC. En este sentido, han recordado que han ido perdiendo poder adquisitivo en los últimos años al no verse revalorizados los sueldos en función del Índice de Precios del Consumidor.
Por lo demás, piden una jornada laboral de 35 horas semanales; cambiar los turnos de vacaciones pasando de los cuatro actuales a tres que irían desde el 15 de mayo hasta el 30 de septiembre; que el personal pueda disfrutar de seis días de vacaciones a su libre elección, no pudiendo ser más de cuatro consecutivos; cuatro días naturales por fallecimiento de familiares directos (ahora mismo son tres); o que la empresa a 31 de diciembre de este año tenga como mínimo 85 trabajadores indefinidos.