El Juzgado de Violencia contra la Mujer de Marbella ha imputado inicialmente a un hombre de nacionalidad iraní nueve delitos de maltrato habitual tras la denuncia presentada por otras tantas mujeres con las que convivía. Además, se le imputan otros dos delitos de maltrato de obra, según han confirmado fuentes judiciales.
Las fuentes han precisado a Europa Press que el juzgado, tras tomar declaración al imputado y a las mujeres, acordó dictar orden de alejamiento respecto de ocho de las víctimas y una orden de protección integral respecto a otra. Las mujeres, de diferentes nacionalidades y con hijos de su relación con este hombre, convivían en un edificio dentro de la residencia y él en otro contiguo.
Asimismo, el juzgado está pendiente de que se realice un informe del equipo psicosocial de la Unidad de Valoración Integral del Instituto de Medicina Legal (IML) sobre si había relación de pareja de las víctimas con el hombre y si han existido malos tratos habituales. Según fuentes del caso, las mujeres tendrían libertad de movimiento.
Sonsoles Rosales, abogada de seis de estas mujeres, ha explicado a Europa Press que en todos los casos este iraní utilizó el mismo 'modus operandi': se acercaba a las jóvenes, que estudiaban en Londres, haciéndose pasar por "un hombre influyente y poderoso y prometiéndoles trabajo, las captaba". Así, tras iniciar una relación sentimental y trasladarse a Marbella, "comenzaban las agresiones y las amenazas".
Además, "tenían que darle dinero y, aunque disponían de libertad de movimiento, no podían salir sin que él lo supiera", ha señalado la letrada. "Las tenía totalmente controladas y le tenían un gran pánico", ha advertido.
De hecho, las obligaba a viajar a sus países para ver a sus familias y "hacer como que todo iba bien", por lo que éstas no eran conscientes de la situación real, ha expuesto. Incluso, las mujeres sospechan que las drogaba para abusar de ellas, ha indicado, por su parte, el abogado de la primera denunciante.
El abogado de ésta última ha interpuesto denuncia, además de por maltrato habitual y amenazas, por apropiación de dinero y de bienes. Al parecer, según ha aseverado, "ella era la que abonaba todos los gastos, entre ellos, el alquiler de la vivienda", ya que, "aunque él dice que trabaja, no es cierto".
Tras denunciar los hechos, hubo mujeres que fueron atendidas en centros de acogida, en los que algunas continúan, y otras han reiniciado su vida de forma independiente en España y fuera del país. Supuestamente, al menos dos de las órdenes de alejamiento habrían sido quebrantadas por el hombre.
AMENAZAS
Ambos abogados han coincidido en destacar que, durante los aproximadamente cuatro años de relación, "todas las mujeres llevaban mucho tiempo queriendo escapar, pero no podían", porque "las amenazaba, incluso con amenazas de muerte, no solo contra ellas, sino contra sus familias".
El imputado, por su parte, "niega que las mujeres fueran sus parejas, aludiendo a que eran trabajadoras de sus empresas", según los abogados. El procedimiento judicial se encuentra aún en fase de instrucción.
