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Jaén

Lección catequética y silencio en Jaén

Los hermanos de la Cofradía del Cristo de la Humildad celebraron ayer una estación de penitencia solemne, recogida e íntima desde la parroquia de Cristo Rey

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  • Momentos en Cristo Rey. -

Lección catequética de la Pasión de Jesucristo. Los hermanos de luz, penitentes, costaleros y los miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad  de Penitencia y Cofradía de Nazarenos de Silencio del Santísimo Cristo de la Humildad y María Santísima Madre de Dios celebraron ayer una estación de penitencia solemne, recogida e íntima.

La parroquia de Cristo Rey fue testigo en la tarde del Martes Santo del recogimiento que derrocharon desde el primer momento en el que pusieron el pie en la calle, llena de devotos y ciudadanos que cada año acompañan a la Hermandad desde su barrio.

Antes de salir y después de un día largo y de incertidumbre por las inclemencias meteorológicas de la jornada matinal, los cofrades respiraron tranquilos cuando el hermano mayor de la Hermandad, Manuel Jesús Gordo, les pidió que se ordenaran en filas y se prepararan para realizar estación de penitencia. La alegría fue doble, pues en 2013 la lluvia no les permitió salir de Cristo Rey.

El templo quedó a oscuras. La única luz que alumbraba en el interior era la de los faroles, símbolo de unión entre los hermanos, encadenados de manos para realizar su estación de penitencia. El hermano mayor, con luz del Santísimo, fue prendiendo los faroles. Encendidos todos, el templo quedó alumbrado así para iniciar las oraciones colectivas. De rodillas, los cofrades se prepararon para pedir por una estación de penitencia sin incidencias.

Una vez celebrado el voto de silencio, la Hermandad se preparó para salir del templo.  Mientras que los costaleros buscaban su lugar debajo del paso, la imagen de María Santísima Madre de Dios miraba al Cristo, despidiéndose de él y de sus cofrades.

En la calle San Carlos aguardaban centenares de personas, que agradecieron en silencio la apertura de las puertas del templo. Los costaleros, aún en el templo, realizaron la tercera levantá del paso y se prepararon para salir. A pulso, el Crucificado salió de la parroquia para captar todas las miradas.

Delante de él tomaban el itinerario sus penitentes, igualmente encadenados.
Una vez en la calle, con la última luz de la tarde del Martes Santo se pudieron apreciar los faldones azules y bordados en oro del paso del Crucificado, con un adorno floral de estatice morado y cardos. Portado a costal por una cuadrilla que formaron 32 costaleros, todos tuvieron sus sentidos puestos en las palabras de los capataces Rafael Vera, Raúl Sigler y Ramón Palomo, que pausaron el arranque en procesión desde el templo.

Sin acompañamiento musical, con el único sonido de las cadenas de los 120 hermanos de luz, la Cofradía fue sembrando oración, sobriedad y manifestación pública de fe durante su itinerario, nunca vacío de jienenses y especialmente bello en las calles en las que la luz se apagó para ser alumbrada únicamente por los faroles de los nazarenos.

La Cofradía estrenó la Bandera Crucifixit y la bandera de la Hermandad, previstos para 2013. El recogimiento fue absoluto por calles como Arquitecto Berges, la plaza de Santa María, Almenas y San Ildefonso, durante una estación de penitencia de más de cuatro horas.

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