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El Getafe sentencia a Paco Herrera

El técnico del conjunto gallego no ha conseguido hacer reaccionar a sus jugadores, que completaron un mal partido en el Coliseum Alfonso Pérez y sellaron el destino de su preparador

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El Getafe ganó por 3-1 con solvencia al Celta de Vigo y sentenció al entrenador Paco Herrera, cuyo puesto en el banquillo peligra tras sumar seis partidos consecutivos sin ganar y mantener a su equipo en los puestos de descenso.

El técnico del conjunto gallego no ha conseguido hacer reaccionar a sus jugadores, que completaron un mal partido en el Coliseum Alfonso Pérez y sellaron el destino de su preparador. La culpa la tuvo el equipo madrileño, que ofreció una buena parte en la que sentenciaron el choque.

Y es que hacía mucho tiempo que el Getafe no daba un espectáculo digno de aquel equipo que con Bernd Schuster, Michael Laudrup o Míchel mostró su mejor cara desde que llegó a la Liga BBVA hace nueve temporadas.

Por lo menos, este año, el Getafe de Luis García, aunque ha obtenido una buena renta de puntos, apenas había mostrado el fútbol de categoría que esconden sus jugadores.

Y es que el cuadro madrileño tiene una plantilla con nombres de mucha calidad. Diego Castro, Abdel Barrada, Pedro León, Sergio Escudero, Miguel Ángel Moyá o Adrián Colunga forman una nómina de incontestable categoría.

En la primera parte, todos se aliaron para completar 45 minutos espléndidos, de los mejores del Getafe en este curso. Ante un rival ahogado por la cercanía del descenso, y con su entrenador Paco Herrera en el punto de mira, los hombres de Luis García saltaron al terreno de juego con ganas de resolver rápido el encuentro.

Avisó pronto Diego Castro, que en el minuto tres hizo el primer disparo a portería como aperitivo de primer tanto del duelo. Lo logró Colunga, tras aprovechar un pase de Abdel Barrada. El marroquí tuvo mucha fe para perseguir a la errática defensa del Celta y robar un balón que acabó dentro de la portería de Javi Varas.

El tanto de Colunga precedió al único momento de inspiración del Celta. Llegó gracias a Roberto Lago, que aportó un detalle de calidad con un gran centro desde la izquierda que aprovechó César Augusto para empatar el partido con un cabezazo.

Paco Herrera volvió a coger aire, pero pronto volvió a ahogarse por culpa del segundo gol del Getafe. Lo hizo Diego Castro, en una jugada con varias carambolas que la desacertada defensa del Celta no acertó a despejar. Y eso que tuvo varias opciones, pero primero Pedro León, con fe, centró. Después remató Colunga y el rebote lo cazó Diego Castro para adelantar a los suyos.

Parecía ser el último castigo para el Celta, arrollado en una primera parte que aún tenía preparado otro jarro de agua fría para los gallegos. Lo protagonizó el argentino Fede Fernández, que logró el tercero con un remate de cabeza tras un córner sacado por Colunga. Con ese gol murió el partido y aún quedaban 45 minutos.

Apenas cambió la situación tras la reanudación. Paco Herrera esperó diez minutos para mover el banquillo en busca de un milagro.

Quitó a Iago Aspas, el jugador con más clase de toda la plantilla, y a Natxo Insa. Santi Mina y Jonathan Vila entraron al campo para revertir una situación complicada. Iago Aspas no pareció entender la decisión de su entrenador y dio un balonazo contra las vallas justo antes de sentarse con los suplentes.

La decisión de Herrera no modificó el devenir del choque. El Getafe se echó un poco hacía atrás para contragolpear y el Celta, con más posesión, no fue capaz de crear peligro. El tiempo pasó irremediablemente, con el recuerdo de una gran primera parte, y el equipo de Luis García Plaza se llevó tres puntos que, sin ellos, Paco Herrera ve como la soga de la destitución aprieta su cuello.

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