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Campo de Gibraltar

Agentes de Medio Ambiente denuncian a varias personas por exceso de capturas y matanza de jilgueros en el Estrecho

Los pájaros, que estaban hacinados en pequeñas bolsas de red y ocultos en el interior de un vehículo, fueron detectados gracias a un Plan de Inspección

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  • Los jilgueros. -

Agentes de Medio Ambiente de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente en Cádiz han denunciado a varias personas por incumplir los cupos de captura estipulados para aves fringílidas (como el jilguero, el pardillo o el verderón) y por la muerte de las aves cazadas. En uno de los casos, los agentes hallaron una treintena de jilgueros completamente hacinados, algunos de ellos en estado agonizante y otros ya muertos, en el interior de tres bolsas de red. Los pájaros estaban ocultos en el interior de un vehículo que transitaba por el paraje de Los Alhelíes, en Tarifa, en el interior del Parque Natural del Estrecho. El hallazgo fue el resultado de un control de la actividad llevada a cabo por la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía dentro de un Plan de Inspecciones específico para el control de la actividad.

La práctica del silvestrismo (captura en vivo de aves fringílidas) no está permitida, con carácter general, por la Comunidad Europea; no obstante, en nuestro país se siguen autorizando con carácter excepcional la captura de estas aves con destino al canto, tratándose de una actividad con un amplio arraigo tradicional. Dichas autorizaciones se expiden bajo estrictas condiciones que regulan los períodos y cupos de captura, parajes, artes a emplear y especies permitidas.

Los agentes de Medio Ambiente han realizado más de 120 inspecciones de esta actividad en diversas zonas de la provincia, de las que se deduce que si bien el 75,4% de los silvestristas cumplía con la normativa reguladora, un 24,6% presentaba algún tipo de irregularidad, mientras que el 13,5% del total de inspecciones han sacado a la luz incumplimientos graves que han obligado a formular las correspondientes denuncias, decomisos de las artes empleadas y suelta de las capturas retenidas, tal y como se establece en las directrices de esta Consejería. Especialmente preocupante resulta ser la zona del Estrecho y Campo de Gibraltar, donde el grado de incumplimiento llega a ser del 30% de las inspecciones practicadas.

En otro de los casos más llamativos, también en Tarifa, se habían capturado un total de 61 aves, entre jilgueros y verdecillos (esta última especie ni siquiera autorizada por su menor abundancia), 30 de los cuales se encontraban muertos a pesar de que se trata de una modalidad exclusivamente de captura en vivo. La mayor parte de las denuncias interpuestas por los agentes de Medio Ambiente han estado motivadas por exceso del cupo de capturas (sólo se puede tener retenido en jaula hasta diez ejemplares y de éstos hacer una selección final según lo autorizado a cada silvestrista), carencia de la autorización excepcional preceptiva o empleo de medios no autorizados, como reclamos electrónicos. En algunos casos los infractores llegaron a emprender la huída ante la presencia de los agentes, abandonando las redes y las aves capturadas en el lugar, e incluso hasta dos teléfonos Black Berry que eran utilizados como reclamo electrónico, algo que está prohibido por la legislación.

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