Ayuntamiento de Arcos y empresarios han vuelto otra vez a verse las caras en un intento de recuperar la feria gastronómica. Ambas partes están de acuerdo en sacar adelante la feria, pero el principal escollo es la financiación. Una feria de esas características supone un coste elevado que deberían asumir Ayuntamiento y empresarios, con el hándicap de la crisis económica.
Como referencia tenemos la inversión económica que se hizo en 2007, año en que se celebró la feria por última vez. En aquella fecha la inversión fue de más de 100 mil euros, que asumieron los empresarios y el Consistorio a partes iguales. Para poder llevar la feria a cabo, el delegado de Turismo, Manuel Romero, asegura que esta cifra de costes debería reducirse considerablemente.
Además, Romero considera que deben ser los propios empresarios quienes se encarguen de negociar los acuerdos con los posibles promotores de esta feria. Romero hace hincapié en que para que la feria sea efectiva debe promocionar Arcos y su gastronomía y además debe crear puestos de trabajo. Una manera de abaratar podría pasar por cambiar la ubicación de la feria. Hasta ahora este evento se ha celebrado en el recinto ferial, pero esto podría cambiar y ya se está pensando en otras ubicaciones.
