Rafaela Raposo Garrido ingresó a las nueve de la mañana del 10 de abril de 1976 en el Hospital Provincial de La Merced. Lo hizo embarazada de dos bebés, pero dos días después, cuando dio a luz, sólo le entregaron uno, su hija Josefa Herves, que ahora, 36 años después, ha empezado la búsqueda de la hermana o hermano que debió nacer con ella, logrando una serie de documentos que acreditan tanto la existencia de ese doble parto como la inexistencia de ningún fallecimiento registrado en la fecha que ella nació, y que justificara la ausencia. Su lucha acaba de empezar. Y su historia, como la mayoría de las denunciadas como presuntos bebés robados, está llena de elementos enigmáticos.
Embarazo sin problemas y un parto con sedación
Dice Josefa Herves que siempre tuvo la “intuición” de que tenía un hermano o hermana, pero como en la época de su nacimiento “la palabra del médico era la palabra de Dios” su familia hizo borrón y cuenta nueva después de que su madre ingresara en La Merced para un parto doble y saliera de allí con un solo bebé.
“Mi madre siempre nos ha contado que durante todo el periodo de gestación, que duró los nueves meses, no tuvo complicaciones, y que durante ese tiempo fue atendida por un médico privado que le manifestó que la gestación era doble”. Pero llegó el día de dar a luz, y la historia empieza a ser extraña: “Durante el parto estuvo sedada completamente”, relata Josefa, que además acredita mediante documentación oficial que el parto en el que ella nació “fue atendido únicamente por una matrona, sin que aparezca el nombre de ningún médico, sino sólo el del hospital. Sólo aparece el nombre de la matrona”.
Josefa, convencida de que su lucha sólo acaba de empezar, describe, según el testimonio de su madre, que “una vez que mi madre recuperó la conciencia, le entregaron sólo un bebé, yo, y no le dieron ningún tipo de información ni explicación sobre su otro hijo/a”, a lo que añade que también su padre pidió explicaciones a los responsables del hospital, pero no le atendieron y no recibió ninguna explicación”. El 15 de abril de 1976, Rafaela fue dada de alta, con la palabra del médico hecha credo y su hija Josefa bajo el brazo.
Pero, hace cuestión de algo más de dos años, los casos de presuntos bebés robados empezaron a salir como abejas de un panal por todos los puntos de España: “Empezaron a salir casos en los medios, me vi identificada en muchos de ellos, y comencé a pensar si iniciar la búsqueda para conocer la verdad”, describe Josefa.
Aparecen documentos que refuerzan su creencia
En mayo de este año, Josefa empezó a buscar documentos para tener algún hilo del que tirar. Después de comprobar que “mis papeles de nacimiento no aparecen por ningún lado”, en julio solicitó al Archivo Provincial de la Diputación de Huelva “el registro de mi madre en el hospital” así como “las personas que asistieron a mi nacimiento y los partes de defunción de recién nacidos que hubiera entre el 12 y el 15 de abril de 1976”. El 17 de agosto recibió la respuesta, y en ella datos que refuerzan sus sospechas sobre la existencia de su hermano. En el documento del Archivo Provincial, tras buscar en el Fondo del Hospital Provincial de la Merced, y al que ha tenido acceso Viva Huelva, se señala: “En el legajo 169, folio 542 del Libro de Registro de Entrada y Salida de Enfermos, se encuentra el ingreso de Doña Rafaela Raposo Garrido el 10 de abril de 1976, a las 9 horas, en el Hospital Provincial, debido a parto espontáneo doble, una de las criaturas figura como hembra viva, no constando si la otra vivió o murió. El alta se produjo el 15 de abril de 1976 [...] En el legajo 180, folio 240, dentro del Registro de Defunciones del mes de abril de 1976, no figura ningún fallecimiento de niño/niña”.
El enigma está servido, y Josefa quiere descifrarlo y saber qué fue del bebé que su madre llevaba dentro, junto con ella, y del que nunca nada se supo.
La Policía investiga su caso y se hará las pruebas de ADN
Una vez que recibió la confirmación documental sobre el parto doble por el que su madre ingresó, su nacimiento, y la inexistencia documentada de bebés fallecidos en los días posteriores a su llegada al mundo, Josefa Herves dio el siguiente paso y presentó la denuncia correspondiente el 20 de agosto en la Comisaría Provincial de Huelva. Los agentes, a través del Servicio de Atención a la Familia (SAF), “están investigando mi caso”. Además, Josefa Herves se dio de alta en la Asociación ‘SOS Bebés Robados Huelva’, que ya trabaja con más de 60 denuncias de onubenses que sospechan haber sufrido el robo de bebés en la presunta trama que se llevó a cabo entre los 60’ y los 90’.
El siguiente paso que dará Josefa será practicarse las pruebas de ADN, a la que ya se han sometido más de 60 onubenses. La asociación tiene previsto realizar nuevas pruebas para su posterior cotejo a lo largo de octubre o noviembre.
Mientras, la asociación que preside Esperanza Ornedo, tras un breve parón vacacional, va poco a poco cogiendo el ritmo para seguir el duro trabajo de la investigación. Para ello, este viernes la junta directiva llevará a cabo una reunión para marcar las directrices del trabajo a realizar en los próximos meses con la esperanza de, aunque a pequeños pasos, seguir avanzando en las pesquisas sobre los casos de bebés presuntamente robados en Huelva.
