Con la subida del IVA a partir del 1 de septiembre, morirse costará 400 euros más de media. Este escandaloso aumento de la tarifa se debe a que las funerarias han entrado dentro de la lista negra, o lo que es lo mismo, dentro de la gama de servicios que se verán afectados con el paso del 8 al 21 por ciento de IVA.
Desde la Asociación Funeraria de España (Afues) consideran que este aumento tan brutal es una “auténtica aberración y un verdadero abuso”. Como es lógico, el incremento no va a repercutir en el número de servicios que se suelen prestar, pero sí va a significar una gran caída en los ingresos de un sector que ya andaba bastante tocado, lo que terminará traduciéndose en despidos y en la pérdida de la calidad actual del servicio.
A partir del 1 de septiembre a la hora de hacer una contratación de un servicio, la gente se limitará a contratar lo justo. En este caso, se optará por un ataud de menor precio, menos esquelas y los ramos sucederán a las coronas de flores. En definitiva, el ritual fúnebre continuará, sí, pero tendrá que adaptarse irremediablemente a los pobres bolsillos de los ciudadanos.
Según Afues, el coste medio de un servicio funerario en España ronda los 1.500 euros de media. En este caso, la subida del IVA conllevará aumentar el precio en 200 euros.Es decir, de los 120 euros de IVA que se paga ahora, se pasaría a 315 y el precio total rondará los 1.700 euros. En el caso de los entierros más caros, que pueden llegar a costar hasta 6.000 euros, el IVA pasará de los 480 euros actuales a 780.
Desde Afues aseguran que si el tipo hubiese subido del 8 al 10 por ciento, las funerarias hubiesen terminando asumiéndolo a costa de sus beneficios, “pero con esta subida tan tremenda eso es impensable y, lamentablemente, tendrá que repecurtir en el cliente, a pesar de que las empresas llevan años sin subir los precios de los servicios”.