Según publica el diario Ara, la carta de baja de Josep Lluís Carod-Rovira la llevó este viernes personalmente a la sede del partido en Barcelona uno de sus hombres de confianza durante su época de vicepresidente del gobierno tripartito catalán, Rafael Niubó.
En la misiva, de dos hojas y fechada en Tarragona, Carod argumenta que ha escogido este momento porque, a pesar de que hacía meses que estaba alejado del partido, no deseaba “interferir” en los procesos electorales de las autonómicas y las municipales, y así no afectar al proceso precongresual de ERC.
El exdirigente de ERC asegura que piensa continuar trabajando por “una izquierda nacional plural” y, de hecho, la próxima semana tiene previsto pronunciar una conferencia en el marco del ciclo de coloquios titulados Àpats federals.
También recuerda en la carta, según Ara, que fue bajo su mandato cuando el partido consiguió los mejores resultados electorales y que se produjo el cambio histórico en la Generalitat, a través del tripartito (PSC-ERC-ICV).
Atribuye, sin embargo, los resultados electorales a los actuales dirigentes de ERC que, mientras él era vicepresidente, medraban por “controlar” el partido.
Carod-Rovira cedió el liderazgo de ERC en 2008 a Joan Puigcercós, tras una larga pugna entre ambos políticos por dirigir el partido republicano y después de ser en tres ocasiones candidato a la presidencia de la Generalitat.
Nacido en Cambrils (Tarragona) el 17 de mayo de 1952, está casado y tiene tres hijos, es licenciado en Filología Catalana por la Universidad de Barcelona y ha ejercido como profesor en la Escuela Universitaria de Tarragona.
En 1987 ingresó en ERC y, un año más tarde, fue elegido diputado en el Parlament de Cataluña, y en 1996 fue proclamado secretario general del partido.