La situación económica ha disminuido el total de reservas pero, sobre todo, ha rebajado el número de asistentes al evento y el coste de los menús elegidos.
Según una encuesta realizada ayer por este medio a una decena de establecimientos comarcales, el volumen de celebraciones ha sido levemente inferior respecto al año pasado aunque notablemente menor con respecto a antes de la crisis económica.
Celebraciones particulares
Este menor número no está ligado a que se dejen de celebrar comuniones, si no porque, en muchas ocasiones, se opta por reservar un local y dar allí el convite o incluso llevarlo a cabo en una vivienda familiar.
Sin embargo, los hosteleros hacen hincapié en que la mayor caída procede de dar servicio a “mesas más cortas”. Así, se explica que las comuniones tienen ahora un corte “más familiar. No como en otros años, cuando la gente se ha atrevido a invitar más”. Una situación que lleva incluso a que “la mayoría de los niños que acuden sean primos y familiares”. De esta forma, la media de asistentes suele rondar las 50 y 60 personas, aunque existen muchos casos en los que las cifras se disparan por lo alto o lo bajo.
Otra de las cuestiones más repetidas se centra en la elección del menú más económico. Con un coste que oscilan entre los 27 y 36 euros de media, con excepciones que apenas sí rebasan los 20, los clientes tienden a “escoger los menús más económicos o básicos”, apretando para obtener los mejores precios.
Con todo, la rebaja en los fondos destinados a las comuniones no es exclusiva de los restaurantes, ya que la crisis también ha afectado a otros sectores relacionados como jugueterías, zapaterías, tiendas de moda, floristerías, reportajes fotográficos o peluquerías, entre otros.