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?Ningún partido político ha dicho todavía qué va a hacer?

El presidente de Fapacsa, Juan de Dios Regordán, analiza la situación política, social y vecinal de Algeciras en la antesala de las elecciones

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  • Juan de Dios Regordán -
La actividad social de Juan de Dios Regordán es una de las más activas del municipio. Presidente de la federación vecinal Fapacsa y director de Cáritas, trabaja diariamente en las reivindicaciones ciudadanas ante el Consistorio como en la asistencia a los más necesitados en el comedor del Carmen. En la antesala del periodo electoral, Regordán analiza para EL FARO INFORMACIÓN los asuntos principales de la localidad.

—Llegan las elecciones. ¿Es un momento clave para el movimiento vecinal?
—A nosotros nos da igual quién esté gobernando. Lo que queremos es que los ciudadanos reflexionen en plena libertad a quién deben votar por el bien común de todos los ciudadanos de Algeciras. Fapacsa no va a dar orientación, pero sí vamos a decir qué partidos asumen los compromisos del Pleno del Ayuntamiento de Algeciras del 4 de diciembre de 2009, sobre la congelación del recibo del IBI de 2010 y 2011, con el mismo recibo del año anterior más el IPC, igual en 2012 y 2013, y aquí el compromiso de pedir una nueva valoración, teniendo en cuenta el valor que tengan las viviendas en ese momento.
—Para los ciudadanos sí es un momento decisivo, ¿no?
—Sí. Hago un llamamiento para que vayan masivamente a votar y reflexionen a quién deben votar. Ver quién es capaz de no quejarse y solucionar los problemas. No nos vale que el que gane diga que la cosa estaba muy mal. Saben a qué se comprometen, y que los que vayan en una lista estén suficientemente entusiasmados por los ciudadanos. Tiene que ser un servicio y no un modus vivendi.
—Los partidos políticos parece que tienen el compromiso unánime de respetar la congelación del IBI...
—Sí, por lo menos de los que hemos tenido reunión con ellos. Estamos abiertos a dialogar con todos, pero tienen que venir a nuestra sede. Nosotros no vamos a ir a partidos ninguno.
—Pero Fapacsa plantea otros proyectos como el Llano Amarillo que quizá no estén teniendo el mismo respaldo político...
—En el proyecto del Llano Amarillo queremos que, por lo menos, escuchen a los ciudadanos. Nosotros, sobre todo Antonio Sequeiro, estamos aportando datos en base a un estudio muy importante que hubo en su día para Algeciras. Se han tenido en cuenta todos los intentos que se ha dado para solucionar el problema del Llano Amarillo, que está en la OPE, y se han estado tirando el problema unos a otros, y nosotros le damos una solución incluso al aparcamiento. Sin intención de salirnos con la nuestra, sino con la obligación como ciudadanos de estudiar la situación de la ciudad y dar alternativas y ofrecérselas a quien gobierne. Las administraciones tienen que ponerse de acuerdo, no porque ya haya una subvención. Nosotros tuvimos reunión con Manuel Morón y le gustó el proyecto. La pedimos con España, cuando estaba de subdelegado, y con Herrera como alcalde, y también a Hoyo. Parece que les tiemblan un poco las manos cuando tienen que tirar de las orejas de arriba. Ahora, como candidatos, nos dicen que tienen que estudiarlo.
—¿Y el acuífero de la Huerta de Las Pilas?
—Ahora está un poco mejor. He escuchado a Rosario Espejo y me ha dado pena, porque dice lo mismo que la principio, que es una maravilla pero que hay que sellarlo. La Ley de Minas dice que cuando da permiso para sacar áridos, como pasó aquí, que al mismo tiempo tienen que ir rellenando los huecos que van haciendo, pero al mismo tiempo, y no 30 años después. De una fuente que había ha surgido el acuífero, y tiene una gran profundidad y extensión. Cuando hay incendios, los helicópteros cogen el agua de ahí, es agua potable. Los argumento no han sido fuertes ninguno. El próximo lunes, en el Pleno va para la aprobación del plan del Cortijo de San Bernabé. Nosotros lo que pedimos es que, en esa negociación por parte del Ayuntamiento y de la Junta de Andalucía y los propietarios de los terrenos, que la parte que quede para el Ayuntamiento sea la parte del acuífero, y que lo respete y lo conserve y lo haga como un parque que sería extraordinario para Algeciras. No quisiera pensar que hay intereses y que es un pelotazo urbanístico. Que no me digan que hay que sellarlo por la ley de minas y que no se tenga en cuenta la ley de aguas, que el agua es un bien común y natural. Ahí hay patos y todo tipo de aves que están criando. Es algo consolidado. Son manantiales no aguas pluviales.
—¿Qué le parecen las propuestas electorales que los partidos políticos han planteado hasta ahora?
—Además de quejarse, lo que queremos es que tengan alternativas y solucionar los problemas. Sabemos que hay problemas, pero todo tiene solución, pero que digan qué van a hacer.
—¿Entonces cree que no están proponiendo nada?
—Sí. Porque queremos promesas que sean serias. Los que se han reunido con nosotros han venido a escuchar, pero todavía no tienen los programas hechos. Yo me acuerdo de Anguita cuando decía programa, programa, programa. Sin embargo, Tierno Galván decía que los programas se hacían para no cumplirlos. Lo que yo quisiera es que fuéramos realistas y que se comprometieran de verdad a solucionar los problemas concretos de Algeciras, que sean valientes, que no sean mediocres, que cada uno de ellos piense que en las listas electorales se debería hacer una reflexión pensando que esas personas, si fueran en una lista abierta, ¿los votarían la gente?
—Y ¿cuáles son esos problemas concretos de Algeciras?
—Enumerarlos es difícil, porque son muchos. Primero, que se escuche a la gente, que se trabaje en equipo con los ciudadanos. Que los 27 concejales que salgan del Ayuntamiento tienen el acta de concejal, porque se la damos los ciudadanos, pero nosotros tenemos el acta de ciudadanos, y el éxito o fracaso de los políticos lo es de los ciudadanos. Que no crean que tienen un cheque en blanco. Fapacsa va a ser libre, independiente, exigente y presentando alternativas a los que gobiernen y escuchando a los que estén en la oposición, que han sido elegidos también para dar alternativas, y que trabajen en equipo por el bien de Algeciras.
—Usted ha pedido en otras ocasiones una participación más real de los ciudadanos. Pero, ¿cómo se consigue eso?
—Una participación ciudadana pasa por escuchar a las asociaciones, y no contentarlas con una paella o una subvención. El asociacionismo es una reunión de las personas para tener más fuerza, dialogar y analizar los problemas que puedan surgir, priorizar esas necesidades y luchar por los objetivos que se establezcan. Esa participación tiene que ser al máximo, incluso en la gestión, pero todavía tenemos que dar el paso. Lo que no se puede es crear los presupuestos participativos con un 1% del presupuesto del Ayuntamiento. No. Queremos que en cada delegación haya representantes de los ciudadanos y de las federaciones, con voz y voto. Pero ahí hay una cosa que todavía hay que avanzar bastante, porque no se pueden hacer las leyes por parte de los ayuntamientos, que han sido pensadas más para defenderse de los ciudadanos que para contactar con ellos. Y se ha olvidado que en marzo de 2002 hay una ley de asociaciones que habla de la participación, y la Constitución habla de la participación en diez o doce artículos. Y nada de eso se ha desarrollado. Esos artículos están vírgenes. Cuando llegan al Ayuntamiento piensan que son dueños y señores del cortijo, tomando decisiones con un dinero público.
—¿Qué valoración hace del actual mandato municipal?
—Ha sido difícil, quizás porque ha faltado claridad. Ha faltado ese trabajo de colaboración por parte de todos los políticos. Tuvimos lo del catastrazo, que se podía haber evitado si se hubieran hecho las cosas bien. No se puede permitir de ninguna de las maneras que todos los platos rotos los paguemos los bolsillos de los ciudadanos. Y todo esto es debido a una falta de participación ciudadana. Los ayuntamiento no se pueden convertir en empresas ruinosas, que no tienen que trabajar sólo en colocar a más gente cada vez. Y aquí tenemos Ayuntamiento, Mancomunidad, Diputación, Delegación de la Junta, del Gobierno… Muchos entes periféricos, que no se fían unos de otros.
—¿Cree que un nuevo catastrazo es posible?
—En 2013 vamos a estar atentos, y que este equipo que ha estado luchando, que tenga las ideas muy claras y que se exija la nueva valoración de la vivienda y de los inmuebles de Algeciras. Espero que sean conscientes, y saben con los bueyes que están arando, que los ciudadanos no somos niños chicos, y no vamos a permitir que se nos engañe.
—¿Ha tenido usted tentaciones políticas?
—(Se ríe). Yo ya tengo 70 años. No. Tuve una experiencia política y me convencí de que mi actividad era social. Me siento a gusto y lo que quiero es no perpetuarme en ningún puesto. Yo estoy abierto a la colaboración. Creo que ayudo más desde los puestos en los que estoy ahora mismo, desde mi familia, desde mi federación y desde Cáritas.
—¿Ha copado Fapacsa el vacío que dejó la FAVA?
—No hemos cogido el relevo de FAVA ni mucho menos. De hecho surgimos porque no estábamos de acuerdo con cómo funcionaba Al-Yazirat, que se hacían llamar FAVA. La ley de asociaciones le daba dos años en 2002 para actualizar sus estatutos. No lo hicieron y ya dejaron de existir y se demostró después fehacientemente. Hay asociaciones que no pertenecen a Fapacsa. Nosotros no vamos haciendo propaganda para absorberlas, sino que tenemos las puertas abiertas para que el movimiento asociativo sea fuerte, y que cada ciudadano sepa que se le escucha. Hay asociaciones que, en cuanto necesiten de ayuda, estamos dispuestos a ayudarles.
—¿Es negativo que el movimiento vecinal esté desmembrado?
—Desmembrado no está. Cada asociación tiene sus objetivos. Sí es negativo cuando un presidente vecinal cree que, por tener un amigo en el Ayuntamiento, le soluciona los problemas a él, cuando necesita una farola. El movimiento asociativo debe ser para los problemas comunes de todos los ciudadanos de Algeciras. Una asociación no debe ser el fin en si misma, sino que el fin debe ser el bien de los ciudadanos.

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