Una imagen vale más que mil palabras, se suele decir, y Noemí Ruiz lo volvió a demostrar. La pregonera llenó la Plaza de Andalucía el pasado sábado en el día de apertura del Carnaval, entre un ambiente de máxima emoción envuelto entre disfraces de época. Fue un pregón distinto al de la antigua usanza. Noemí no ofreció un discurso. Ni siquiera leyó una línea, aunque tampoco necesitó recitar demasiado para meterse al pueblo de Chipiona en el bolsillo. Ya lo adelantó días antes Bernardo Caro, Carnavalero del Año, que recibió un reconocimiento al final por su reconocida contribución histórica a la fiesta. “Noemí va a despertar conciencias de que no hace falta tanto ‘tiquismiqui’ ni tanta literatura para un pregón”, comentó. “Será un pregón hecho con el corazón, venido de una persona muy especial. Con que se suba arriba ya va a tener ganado al pueblo. No hace falta ni que hable siquiera”. Y así fue. Noemí subió al escenario una vez finalizada la coronación de la Piconera Mayor, Victoria Cebrián Reyes, para ofrecer un espectáculo hecho teatro que encandiló a todos.
Disfrazada como reina, contó con la colaboración de otros pregoneros míticos del Carnaval de Chipiona como Francisco Fuentes ‘Kiski’, Antonio Pedrosa, José Manuel Zarazaga ‘Popo’, Antonio Martín o Marcos García, que interpretaron el papel de unos personajes de lo más grotescos para acompañar a la reina en su Castillo que abrió las puertas al Carnaval. No faltó a la cita la comparsa de “La Vieja Resistencia’. La comparsa de Noemí, que le puso la música a un pregón que enamoró y emocionó a partes iguales a toda Chipiona y a sus visitantes.
