Aseguró sin embargo el portavoz del Ejecutivo gibraltareño que los comentarios de los ciudadanos sobre este asunto sugieren una “interpretación errónea” de lo ocurrido. “Lo que España colocó no eran boyas de superficie”, señala, “ya que si ese hubiera sido el caso el Gobierno de Gibraltar las hubiera retirado de inmediato”.
Explica el Gobierno de Peter Caruana que “lo que el barco español hizo fue colocar equipos de recolección de datos a 300 metros de profundidad en el mar. El equipo es posteriormente recuperado mediante la transmisión de una señal electrónica que hace que el equipo suba a la superficie para su recuperación”.
El Gobierno de Gibraltar “carece de la experiencia y recursos técnicos” para recuperar los equipos de 300 metros de profundidad, afirmó el Ejecutivo. Sin embargo, añadió que “en el momento de la retirada del equipo por parte de España en respuesta a la solicitud del Reino Unido, el Gobierno de Gibraltar estaba en conversaciones con una empresa extranjera especializada, con la experiencia necesaria y el equipo especializado para retirar el equipo español, a un coste muy elevado para el Gobierno de Gibraltar”. El Reino Unido “era consciente” de esta maniobra, concluyó el portavoz del Ejecutivo del Peñón.