Hace veinte años, la Real Sociedad de Carreras de Caballos de Sanlúcar de Barrameda puso en las manos de Juan Carlos Hernández la dirección de su gabinete de prensa con el objetivo de reforzar la difusión en los medios de comunicación de este evento tan característico. Desde entonces se han conseguido romper muchas barreras, pero no todas: “Queda mucho por hacer”, señala Hernández.
En el último año, un millón de espectadores pudieron ver a los purasangres galopar por las playas de La Calzada y Las Piletas a través de la prensa. Un impacto en medios con un valor económico que rondaría los cinco millones de euros, según indican los estudios encargados por la entidad organizadora.
La estrategia que la Real Sociedad ha perseguido durante los últimos años es la de lograr un mayor impacto en la prensa de ámbito internacional. Son numerosas las publicaciones que se han realizado sobre la competición, destacando sus apariciones en prestigiosas cabeceras como The New York Times o Le Petit Journal. “Siempre intentamos que venga algún medio extranjero, donde tenemos buena cabida, pero queda un camino largo por recorrer para que las Carreras de Caballos se conozcan aún más fuera de nuestras fronteras”, asegura el responsable de prensa en una entrevista para 7TV.
Para Juan Carlos Hernández, este es “un espectáculo que atrae porque tiene luz, color, velocidad, emoción y un marco único. Es un cuadro que reúne mucho, y todo eso es un atractivo muy importante para la prensa internacional”. Desde la entidad se busca en la actualidad reforzar y hacer hincapié en la internacionalización del acontecimiento, declarado además como Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Desde el punto de vista deportivo, Hernández destaca la buena relación que existe entre el turf sanluqueño y otros hipódromos a nivel nacional que celebran competiciones durante estas fechas, como el de San Sebastián o el de la Zarzuela. La respuesta por parte de las cuadras y los jinetes en este sentido también es buena: “Siempre perseguimos que haya caballos. Es fundamental: si no hay caballos, no hay espectáculo”. Todo ello con la complejidad que conlleva organizar un turf en una pista natural donde la mayor participante es “la madre naturaleza”, ya que a diario se deben observar los horarios de la pleamar y la bajamar para que las carreras se puedan desarrollar en las condiciones idóneas.
Los niños son protagonistas de la tradición que gira en torno a estas Carreras de Caballos y eso también llama mucho la atención de los medios que vienen a contar lo que aquí sucede. Los más pequeños son los primeros que llegan cada año a las oficinas de la Real Sociedad, localizada a pocos metros del efímero recinto de llegada, para pedir los programas deportivos y los carteles con los que decorar sus “casetillas” de apuestas, que durante semanas preparan con mucho mimo para colocar a lo largo de toda la playa. “No te puedes hacer una idea lo que disfrutan los niños con estas carreras. Es una imagen que me gusta porque es crear esa afición del futuro. Serán los que puedan seguir manteniendo este acontecimiento del purasangre en las playas de Sanlúcar”, cuenta Juan Carlos Hernández.
