No obstante, del análisis particular de los datos se desprende que el 10,8% de los menores extranjeros de entre 14 y 18 años ha consumido cocaína alguna vez, una de las sustancias más caras, frente al 5,1% de la media nacional, y que el 4,8% de los inmigrantes ha inhalado pegamento alguna vez, la droga más barata, frente al 2,7% de los españoles.
El resto de sustancias tóxicas analizadas -tabaco, alcohol, tranquilizantes, cannabis, éxtasis, éxtasis líquido, anfetaminas y alucinógenos- son más comunes entre los españoles, que reconocen en un 81,2% haber ingerido alcohol alguna vez -frente al 48% de los inmigrantes-, y haber fumado cannabis en un 35,2%, casi tres puntos porcentuales más que el colectivo extranjero.
El estudio, en el que han participado 260 menores inmigrantes que actualmente viven en Madrid, Andalucía o Cataluña, también analiza independientemente a los dos colectivos con más riesgo de consumir drogas: los menores reagrupados, que emigran para reunirse con sus familiares, y los menores no acompañados en España (Menas), que llegan solos y están tutelados por las Comunidades Autónomas.
Los niños Menas son los que tienen más posibilidades de caer en el consumo de las drogas.