Así lo ha asegurado a Efe el jefe del servicio de neumología del hospital General Yagüe (Burgos), José Luis Viejo Bañuelos, director del curso "Un aire nuevo para la EPOC", que se está celebrando esta semana en San Lorenzo de El Escorial (Madrid).
Según Viejo Bañuelos, al aumento del número de mujeres fumadoras hay que añadir que los adolescentes cada vez se inician antes en el consumo de tabaco, ya que en la actualidad muchos de ellos comienzan con 13 ó 14 años.
En su opinión, esas cifras se podrían mejorar mediante un "comportamiento social" orientado al rechazo del tabaco y a través del incremento de su precio con el fin de disminuir su consumo, sobre todo entre los más jóvenes.
A ello habría que unir una ley antitabaco más "agresiva" y "beligerante", que prohíba el consumo en los lugares públicos y que "vendría muy bien" para atajar la que es la primera causa evitable de muerte en el mundo.
Ha añadido que con esta medida también se impediría que cada año muriesen en España unas 53.000 personas por el consumo de tabaco y otras 3.000 como consecuencia de inhalarlo de forma pasiva, entre ellos los 1.000 trabajadores del sector de la hostelería que fallecen por enfermedades relacionadas con la exposición al humo que existe en locales de ocio y restauración.
Para Viejos Bañuelos, ésta es una de las causas por la que es necesario la aprobación de una nueva ley que impida fumar en espacios públicos, puesto que hay empleados que se exponen al humo ambiental "unas 10 ó 12 horas" al día.
"Hemos reducido las muertes por accidentes de tráfico y por SIDA, pero ahora las relacionadas con el tabaco son veinte veces más altas que hace unos años".
Recomienda seguir "en algunos casos" el ejemplo de Italia, país en el que existe una "prohibición completa" de fumar en establecimientos de hostelería. Por ello, el doctor del hospital General Yagüe ha afirmado que si se invierte en prevenir el tabaquismo, se ahorrará dinero en el futuro, si bien ha admitido que el Estado recoge "mucho dinero" procedente del tabaco.