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?El algecireño no es de los que se revelan contra las injusticias?

José Vera ?Pensionista?

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  • José Vera es un pensionista algecireño que tiene en su memoria recuerdos de otros años. -
A Pepe  le duele lo que le ocurre a su Algeciras como al que más. Y en esta entrevista concedida a El Faro lo demuestra con los ejemplos y declaraciones efectuadas.
—Sus orígenes.
—Llegué a Algeciras por el año cincuenta con poquitos meses. Mi abuelo Pepe, malagueño y hombre de empresa invirtió aquí en lo que todos hemos conocido como a lo largo de la historia de esta ciudad como la Factoría Ballenera de Getares, poniendo a mi padre al frente de la factoría. En principio viví  y me crié en el callejón de Jesús de San Isidro, después en la calle Coronel Ceballos donde estaba el antiguo convento. Estuve en los Salesianos y después en el Instituto Isla Verde y terminé el bachillerato.
—¿Qué recuerda de aquella Algeciras?
—Era muy distinta a la Algeciras de de hoy, porque tenía un encanto que con el paso de los años se ha ido perdiendo. A mi modo de entender la ciudad se ha ido  deshumanizando. Y el problema que tiene Algeciras, es que nunca ha tenido suerte con los dirigentes, con nuestros políticos.
—¿Podía haber sido una ciudad fantástica?
—Por el entorno donde está ubicada ésta hermosa Bahía, la cual conozco bien por las circunstancias que  antes he explicado. Por su situación geográfica y por ser una ciudad nexo de unión entre dos continentes. A mi modesto entender podía haber sido una ciudad fantástica, maravillosa. Y lo único que hemos ido consiguiendo con el paso de los años como he dicho antes es empobrecerla, deshumanizarla.
—¿Qué papel ha desempeñado el algecireño nativo?
—El algecireño nativo también ha sido un poco dejado, como aquello de lo que te dan es lo que acepto. No ha sido un ciudadano que se haya revelado contra las injusticias que se han cometido en la ciudad, tanto a nivel urbanístico como a otros niveles de embellecimientos. Hoy día de lo que nos quejamos es que Algeciras está sucia, que su centro histórico no está como debiera. Inseguridad ciudadana, toda la del mundo.
—¿En qué se basa para hacer esa valoración?
—Por suerte o por desgracia mi esposa y yo hemos viajado mucho por España. Prácticamente presumo entre comillas de conocer la mayoría de las comunidades. Conozco muchas ciudades y muchos pueblos de parecidas características en número de habitantes a esta ciudad. Yo reconozco que cuando vuelvo siempre digo la misma frase: --Me da coraje volver de un  viaje--. Porque después de ver tantas cosas bonitas por ahí, llego a mi ciudad en la que me he criado,  a la que yo quiero y en la que vivo. Y me entristezco ver el lamentable estado en que se encuentra Algeciras.
—¿Algeciras tiene arreglo?
—-¡Qué podría tener arreglo!, creo que si. Pero habría demasiadas cosas que arreglar para que algunos ya por edad veamos esas mejorías.  Creo que el destino de la ciudad está marcado. Y se pueden mejorar algunas cosas en infraestructuras, en transporte público y en todo. Pero  va a costar muchísimo trabajo, porque es mucho el mal que se ha hecho.
—Ponga un sólo ejemplo de ese mal que se ha hecho en Algeciras.
—Yo siempre pongo un ejemplo de la historia reciente de esta ciudad. Ustedes saben que teníamos en el centro de la ciudad unas escaleras, unas escalinatas que daban acceso entre la Plaza Alta y el Paseo Marítimo. Eso estaba considerado y en cualquier ciudad que se precie estaría considerado como un monumento. ¡Ustedes se imaginan si en Madrid vendieran Las Cibeles para hacer edificios! ¡Ustedes no piensan que el pueblo de Madrid no se echaría a la calle! Pues igual a otro nivel más pequeño, más modesto es lo que nos hicieron aquí, vendo un monumento de la ciudad, del algecireño, del ciudadano de Algeciras para hacer un edificio, en este caso un parking. Si eso sirve como ejemplo, para ver lo que ha ocurrido en esta ciudad a lo largo de los últimos cincuenta años, yo creo que  con eso ya está dicho todo.
—¿Qué fue de la Factoría Ballenera de Getares?
—Mi abuelo compró a unos noruegos. Y de lo que mi abuelo, mi padre y la familia se enorgullecían era de dar puestos de trabajos en una época tan difícil. Quiero recordar que entre puestos directos e indirectos se le daba trabajo alrededor de un centenar de familias. Y eso era un hito importante en su manera de ir hacia adelante.
—¿Es consciente que la refinería en principio tenían previsto ponerla por la ballenera?
—Si soy consciente. La Bahía de Algeciras hubo una época, un antes y un después. O nos convertíamos en una Bahía turística o en una Bahía industrializada. La decisión pienso que, bueno fue acertada por la necesidad de puestos de trabajo convertir en una Bahía industrializada. Pero precisamente si todos sabemos que la industrialización de una zona que da al mar conlleva el problema de polución, de contaminación marina etc., donde está la factoría es de los poquitos  sitios de la Bahía que todavía quedan a medio a salvo de esa continuación. Lo que marca la punta San García con el faro de Punta Carnero, que es la ensenada de Getares,  todavía se podrían explotar no hablo ya a nivel industrial, pero si a nivel turístico y cultura.
—Los políticos están vendiendo la Algeciras azul, la Algeciras verde, ¿a usted eso a qué le suena?
—Yo la verdad no suelo opinar de las cosas hasta que no las veo. Voy a poner un ejemplo que no viene tan al caso, pero que puede servirnos de cómo funcionan a veces los políticos. Y no hablo de partidos, hablo en términos generales. A mí no me puede decir un concejal de Parques y Jardines como me dijo de viva voz, que la concejalía de Parques y Jardines se lleva con la punta del pie. Eso son palabras textuales. Yo le diría a ese concejal de Parques y Jardines, que llevar con la punta del pie esa delegación, significa tener los resultados que tenemos.
—¿El Parque María Cristina se aprovecha?
—Ahora se ha reformado algo y parece que está más bonito pero que no se aprovecha. Siempre me he quejado que ese Parque María Cristina en verano podría estar abierto hasta las doce. Yo he visto otros parques de otras ciudades abiertos con vigilancia nocturna para el uso y disfrute de los ciudadanos. Lo que no se puede es que a mí me han echado del Parque María Cristina a las ocho y media de la tarde en un verano. Francamente eso si es llevarlo con la punta del pie.
—Algeciras carece de zonas verdes.
—Está falta de zonas verdes, hay zonas como la plaza Joaquín Ibáñez que está en un lamentable estable de abandono. Algeciras no tiene zonas ajardinabas bonitas. Otro ejemplo que yo siempre pongo. Cualquier ciudad de cualquier provincia, ya no hablo de capitales sino de ciudades más pequeña. Siempre presume de tener su gran fuente. Y aquí señores mío,  no solamente no tenemos esa gran fuente de agua y de luz, sino que tenemos la fuente de la Plaza Alta deteriorada al máximo, con una pileta rota…

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