Sólo queda una remota posibilidad y es que el Marinaleda pierda los dos encuentros que le quedan (tarea ardúa complicada teniendo en cuenta que los sevillanos se están mostrando muy solventes) y que el Pozoblanco, o bien empate sus dos partidos, o pierda uno de ellos. Claro está si la Balona es capaz de conseguir dos victorias de forma consecutiva.
Pero da la sensación de que se piensa más en la próxima temporada, ya que la promoción ya ha quedado muy lejos. Y es que hasta cuando estaban las posibilidades intactas de jugarla, daba la sensación de que no se creía que finalmente se pudiera jugar. En cuanto al encuentro, el Murallas llegó con una consigna clara y era la de amarrar un punto fuera como fuere y para ello, renunció al ataque, aunque pudieron hacer daño en las contras cuando la Balona iba en busca del gol y se centró en defender. Y le surtió efecto, ya que a los de Añón les costaba entrar entre una maraña de jugadores muy bien situados en el descanso, y fueron desbaratando las ocasiones de gol de los locales, que se pudieron contar con los dedos de una mano.
Aunque el signo del partido hubiera cambiado con el trallazo de Copi que se estrelló en el larguero o el de Lucho en la primera mitad al palo. El técnico blanquinegro sacó a todo su arsenal, con Copi y Lucho arriba, mientras que Nacho Fernández y Pablo Niño se convirtieron en extremos. Pero, ambos jugadores se mostraron perdidos, y en la segunda mitad, retrasó a Pablo Niño al doble pivote y éso le dió más ofensividad al equipo.
La primera tímida llegada por parte de la Balona fue en el 5’, con un centro de Pablo Niño al segundo palo, pero Nacho Fernández lanzó en semifallo y el balón se fue directamente a las manos de Garrido. Y un minuto más tarde, fue Lucho quien probó fortuna, pero su potente disparo desde la frontal se marchó alto.
Pero los minutos fueron pasando y los locales fueron perdiendo consistencia arriba, mientras que el Murallas ponía el miedo en forma de contras, pero Ema estaba muy sólo arriba. No sería hasta el 20’, cuando los blanquinegros volvieron a disparar entre los tres palos, pero fue en un saque de falta de Nacho Fernández que se marchó rozando el palo. Pero en el 30’, pudo haber cambiado el signo del partido cuando Lucho rescató el balón dentro del área, le dió tiempo a prepararse el disparo y lanzó a la media vuelta, pero el esférico se estrelló en el palo. Esa ocasión mermó en parte a los blanquinegros que no gozaron de ocasiones hasta el final de la parte, mientras que el Murallas, en el 38’, probó fortuna con un centro shut, que se marchó lamiendo el larguero.
Tras el descanso, los blanquinegros salieron más fuerte, pero se fue diluyendo con el paso de los minutos y conforme el gol no llegaba. Además, no llegaban a las dobles jugadas y perdieron muchos balones sueltos dentro del área que pudieron hacer mucho daño a los caballas.
Las ocasiones más claras de los segundos 45 minutos llegó en el 80’, por medio de Copi, cuando el algecireño se fabricó su propia jugada y probó fortuna con un potente disparo al ver adelantado a Garrido, que se estrelló en el larguero.
Ambos equipos se conformaron con el punto, aunque a la Balona poco le valía, y los últimos minutos jugaron con más corazón que cabeza, y es que el equipo anduvo faltó de ideas de cara a la portería contraria.
