La Diócesis de Asidonia-Jerez cerró el pasado ejercicio 2021 con un superávit de 280.241 euros, lo que permite sanear sus cuentas y enjugar el déficit de 210.206 euros que se acumuló en 2020 como consecuencia de la crisis sanitaria, que obligó a incrementar el capítulo de gastos y mermó los ingresos.
Esa es la principal conclusión que cabe extraer del balance ofrecido este jueves coincidiendo con la celebración este domingo del Día de la Iglesia Diocesana.
La cuenta de resultados arroja unos ingresos totales de 7,8 millones de euros, el 34,73 por ciento producto de aportaciones directas de los fieles y el 33,31 procedente de la asignación tributaria a través de la casilla de la Iglesia Católica del IRPF.
Por el contrario, un tercio de los 7,5 millones de euros que figuran en el capítulo de gastos se destinó a atender la conservación de edificios y al propio funcionamiento de la institución; mientras que el 26 por ciento permitió garantizar la retribución del clero y el 21,84 atendió los pagos del personal seglar.
Actividad asistencial y pastoral
Más allá del balance económico, la Diócesis puso sobre la mesa otras cifras que evidencian su presencia en la sociedad.
Así, a lo largo del pasado ejercicio se prestó asistencia a 169.461 personas en 93 centros diferentes, sobresaliendo las 79.880 que fueron atendidas en 78 recursos encaminados a mitigar la pobreza.
En cuanto a acción pastoral, destaca el fuerte incremento experimentado en la celebración de matrimonios canónicos, pasando de los 178 de 2020 a los 556 de este pasado 2021.
En este caso cabe llamar la atención que este repunte es producto del progresivo regreso a la normalidad.
La cifra de bautizos también creció de 1.983 a 3.123; y la de confirmaciones de 796 a 1.056.
Sí se apreció un descenso en el número de primeras comuniones, pasando de 3.675 a 3.437.
Asidonia-Jerez cuenta ahora con 118 sacerdotes, seis menos que en 2020.
‘Gracias por tanto’, lema de la campaña
El Día de la Iglesia Diocesana lleva este año por lema ‘Gracias por tanto’, en lo que supone un reconocimiento a quienes hacen posible su sostenimiento en un contexto económico muy complicado.