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San Fernando

Los Polvorines de Fadricas se mantienen en la Lista Negra de España Nostra por "abandono"

De 1.750 viviendas, el 51 por ciento de Protección Oficial (VPO) y el resto de renta libre a la explosión de las burbujas inmobiliarias y al abandono sangrante.

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De 1.750 viviendas, el 51 por ciento de Protección Oficial (VPO) y el resto de renta libre, las primeras las construirá la Empresa del Suelo Isleña (Esisa) y las segundas los reversionistas a través de una empresa constructora era el futuro más inmediato de los polvorines de Fadricas después de ser desinfectados por Defensa y Defensa parar el proceso al no estar de acuerdo con el justiprecio acordado por la parte que le corresponde, la más cercada al litoral.

Luego, la jugada del ex alcalde Manuel María de Bernardo Foncubierta para evitar otra “jugada” de construcción masiva de viviendas en toda la zona norte a la que decía que aspiraba el PSOE, convirtió todo aquello en reserva municipal de suelo y Defensa accedió a entrar. Pero la reserva de suelo caducó y allí no se ha hecho nada.

Las consecuencias para la ciudad y los proyectos que se han ideado para los terrenos -siempre con muchas viviendas incluidas, que era el pago a los revisionistas- han sido la de un suelo de futuro abandonado y que desde 2018 aparece en la Lista Roja de España Nostra, una organización que cataloga los monumentos y arquitectura civil, militar y religiosa en función de su mantenimiento y riesgo de desaparición.

Abandonados, arruinados y sin ningún mantenimiento. Así se encuentran los cinco edificios de Andalucía que acaban de ser incluidos en la Lista Roja que elabora la asociación Hispania Nostra (https://listaroja.hispanianostra.org/) y que recoge más de 1.100 monumentos españoles que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores.

En Cádiz se registran 24 edificios de distintas tipologías, de ellos 16 en la lista roja y uno en la lista negra en Jerez, además de cuatro en la lista verde de recuperación en Jerez y Algeciras.

Los polvorines de Fadricas se catalogan desde 2018 y ahora en la lista roja con más motivo porque no se ha hecho nada a punto de entrar en la lista negra por derrumbe natural.

El Conjunto Histórico Polvorines de Punta Cantera (CHPPC) - dice España Nostra- está situado en un promontorio rocoso triangular que se adentra en el saco interno de la Bahía de Cádiz partiendo de la costa oeste de San Fernando. La fachada noreste de Punta Cantera cierra un extremo de la denominada ensenada de Osio. La fachada suroeste se orienta hacia Caño Herrera y el complejo comercial de Bahía Sur.

El perímetro costero del CHPPC comienza en la denominada playa de Fadricas, colindante con Caño Herrera, circunda un recinto amurallado levantado en la segunda mitad del siglo XVIII. Pasa por el Muelle para la Pólvora de S.M. —destinado desde el mismo siglo al suministro de tal género a las flotas de Real Marina— y finaliza en el nombrado históricamente muelle de las Fadricas o de la Casa Blanca, destinado desde el XVII al embarque de aguadas y suministros diversos a las flotas destinadas a las Américas, y al comercio en general.

Hoy día, los veintiséis polvorines, el muelle para la pólvora, el muelle para las aguadas, el alfar romano y las murallas que rodean parcialmente todo ello, supone un legado histórico que debe conservarse intacto en su identidad y en su significado, sin que ello merme todas las posibilidades de desarrollo económico y cultural de la ciudad de San Fernando.

Algunas partes del conjunto tienen Nivel 3 de protección según el PGOU, pero no tienen el grado de BIC, a excepción de la Batería de Punta Cantera (también llamada Reducto Inglés nº22).

Historia

También aporta detalles históricos de los Polvorines de Fadricas que la mayoría de la población no conoce y que enlaza con la creación de la nueva Marina ilustrada que cambió los cánones de lo que fue la Armada de la época.

A principios del siglo XVIII, la Marina de Guerra española está prácticamente aniquilada. Sin Armada es imposible mantener las comunicaciones con América y, en consecuencia, nuestro inmenso imperio colonial permanece indefenso. Por eso las administraciones borbónicas impulsan la construcción naval, de tal manera que al final del siglo llegamos a ser la segunda potencia naval.

Para crear una Armada de tales dimensiones fue preciso potenciar arsenales y, en lo que toca a la Isla de León, esto se concreta inicialmente desde la Casa Blanca, casería de Infante y Real Carenero. Más tarde se incorpora el arsenal de la Carraca para aglutinar casi toda la actividad naval.

Pero hay un aspecto que no puede asumir y que en Punta Cantera, por su situación estratégica, encuentra perfecto acomodo: los primeros almacenes para la pólvora de Su Majestad, que suministraron tal género a las Armadas borbónicas. En 1730 se construyeron en este lugar los tres primeros almacenes para la pólvora negra que necesitaba la incipiente Real Marina. En el último tercio del XVIII se construyó un muelle para embarcar y desembarcar la pólvora negra en los bajeles de Su Majestad: el Espigón de Punta Cantera (muelle para la pólvora de S.M.)

También, por los mismos años, se fortificaron las laderas con unas murallas defensivas que se mantienen intactas. Y allí mismo, en el extremo de la Punta, se construyó en 1810 una fortificación artillada que se llamó Reducto Inglés nº 22. Los 200 soldados ingleses y portugueses que se alojaron en uno de los polvorines originales (el que hoy no existe), serían la fuerza de choque que se opondría a los franceses si atacaban la costa oeste.

Años más tarde, durante la Revolución Gloriosa de 1868, la guarnición de los Polvorines de Punta Cantera, formada por ocho infantes de marina y el subteniente que los mandaba, fue de las primeras que se sumaron para propagar el grito de libertad que finalizó con la proclamación de la Constitución de 1869. A partir de 1955, con el inicio de colaboración militar con USA, la Marina de Guerra, cada día más compleja, necesitó ampliar sus instalaciones al mismo tiempo que la ciudad crecía a su alrededor. Finalmente la presión urbana hizo insostenible la presencia de polvorines en mitad de la bahía.

 

Plan del Litoral

El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) anuló en septiembre del 2017  el Plan de Protección del Corredor Litoral, puesto en marcha en 2013 por el gobierno de PSOE e IU en la Junta de Andalucíay que teóricamente protegía la zona de Fadricas y la de Camposoto, algo que no se entendió así por el Gobierno municipal ni por la Diputación de Cádiz. Una vez anulado el Ayuntamiento volvía a tener vía libre para impulsar la zona.

El Plan del Litoral paraba el desarrollo futuro de Camposoto y Polvorines de Fadricas, afectando a un mínimo de 900.000 metros cuadrados del término municipal. Ante ello, tanto el Ayuntamiento como la Diputación Provincial, bajo la presidencia del PP, presentó recursos que consiguieron frenar una normativa funesta para los intereses de San Fernando.

La norma autonómica imponía restricciones en una franja de protección de 500 metros desde el borde litoral por un extremo y otro del término municipal. Solo en el caso de Punta Cantera, el Plan del Litoral obligaba a revisar un desarrollo en el que se trabajó durante años con los propietarios incluidos en la reserva de suelo y que, tras múltiples reveses y conflictos judiciales, tuvo luz verde en 2012 para comenzar a aplicarse.

El anterior gobierno del PP planteaba para los terrenos que ocuparon los antiguos polvorines de Fadricas un desarrollo ordenado y respetuoso con el medio ambiente que acogía espacios para equipamientos públicos, como una piscina al aire libre -el PSOE quería un complejo de piscinas- o la utilización de los polvorines protegidos como locales de ensayo para las bandas de música de la ciudad. A ello se sumaba también la construcción de hoteles, residencial y la continuidad del paseo marítimo de toda la franja noroeste de La Isla hasta la Casería.

Allí están -en la Casería- como en Fadricas. Con muchos papeles y pocos ladrillos.

Hay otro edificio industrial en la La Lista Negra de España Nostra que lida con San Fernando. ¡Cómo no! El molino de Mareas de Río Arillo, ejemplo de abandono hasta que un día se hunda bajo las aguas.

 

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