Los trabajadores de la multinacional andaluza Abengoa esperan "un compromiso formal y por escrito" de la Junta de Andalucía de que "están con la empresa y van a ayudar a los trabajadores", además de que está dispuesta a sentarse con el Ejecutivo central y el Ayuntamiento de Sevilla para encontrar una solución.
Así lo ha señalado el presidente del comité de empresa de Abengoa Agua, Valentín San Emeterio, momentos antes de participar en la reunión prevista entre los presidentes de los comités de empresa y el consejero de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades en funciones, Rogelio Velasco, y el viceconsejero de Presidencia, Administración Pública e Interior, Antonio Sanz.
"Queremos ver cuál es la voluntad de la Junta, que dicen estar muy preocupados, y queremos que lo que transmiten se haga realidad y den un paso adelante", ha subrayado, toda vez que ha vuelto a insistir en celebrar un encuentro entre la Administración andaluza, la central y el Ayuntamiento de Sevilla.
En este sentido, los trabajadores harán entrega de un escrito para pedir esta reunión a tres bandas, con el objetivo de abrir el abanico de posibilidades para la multinacional andaluza y buscar soluciones.
MOVILIZACIÓN
Además, los trabajadores han mantenido una concentración, desde una hora antes de la reunión, a las puertas de la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades. Asimismo, este jueves se reúnen los consejos de administración de Abengoa y de la filial Abenewco con el objetivo de buscar soluciones para las sociedades y la matriz.
Esta situación llega después de que este pasado martes el consejo gestor del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, gestionado por la SEPI acordara denegar definitivamente la solicitud de ayuda pública de Abengoa, con la que la compañía buscaba un plan para garantizar su viabilidad futura y evitar un nuevo concurso de acreedores, "al no estar demostrada la viabilidad y no estar garantizado el reembolso del préstamo solicitado".
La denegación de la ayuda pública hace prácticamente decaer el plan para que el fondo estadounidense Terramar aportara 200 millones de euros a cambio del 70% capital, ya que estaba vinculado a la inyección de dinero público.
Así, Abengoa queda abocada hacia el que puede ser uno de los mayores concursos de acreedores de la historia empresarial española, con un agujero de casi 6.000 millones de euros.
Ahora, la compañía, cuya matriz está en concurso desde febrero del año pasado, deberá optar por el marco de la Ley Concursal y decidir si amplia ese concurso al grupo o si distintas sociedades del mismo piden preconcurso y concurso.
Ante esta situación, los trabajadores de Abengoa se encuentran desde hace varias días acampados a las puertas de la Subdelegación del Gobierno en Sevilla y las movilizaciones se han continuado desde el anuncio de la SEPI. La última ha tenido lugar en el Palacio de San Telmo --Sede de la Presidencia de la Junta-- este pasado miércoles, coincidiendo con el Consejo de Gobierno de la Junta.